Sal del PATIO

Sal del PATIO

El PATIO, como comúnmente se conoce, es aquella zona o área del hogar donde soles para tiempo para relajarnos con seres que amamos, viendo los niños juguetear, o ir a tomar aire fresco y meditar bajo un árbol sombrío. Es ese lugar que nos genera placer, tranquilidad, paz, tanto así, que podríamos pasar todo el día allí, solo contemplando aquella área verde o jardín que tenemos. Pero “ALERTA”, todo lo que cerebro relaciona con placer, le genera adicción, enviando neurotransmisores al cuerpo de que no debemos salir de allí, creando un estado subconsciente que nos haga dependiente ello.

Se ha demostrado científicamente, que para tener éxito en cualquier área de nuestra vida, hay que asumir nuevos retos, hay que innovar, hacer cosas diferentes para obtener mejores resultados; y es justo ahí donde debemos tener cuidado con abrazar nuestra comodidad. Lo que se conoce como zona de confort, o como comúnmente le llamo yo “EL PATIO”. Cuando sentimos que la vida se torna en piloto automático, que la rutina de un día se convierte en un estilo de vida, es hora de salir de patio, moverse de lugar lo que causa terror o falta de confianza en muchos aspectos.

Según principios del desarrollo personal, existen tres tipos de zonas:

 Zona de confort.
 Zona de aprendizaje
 Zona de pánico

Cuando estas sumergido en el patio, estas latente en tu zona de confort, desde allí todo te resulta sencillo porque es lo que conoces, es con lo que estas familiarizado. ¿Sabes que le sucedió a aquel portero del prostíbulo que por no saber leer ni escribir, fue suspendido de sus labores y tuvo que ser creativo. Pues nada más y nada menos, este analfabeto, se vio obligado a emprender para sobrevivir y se convirtió en el dueño de una de las primeras ferreterías que existió. Su creatividad lo llevo a desarrollar un estilo de vida que lo hizo millonario; obviamente, para llegar donde este ex portero de un prostíbulo llegó, tuvo que pasar de su zona confort a una zona de aprendizaje, una zona totalmente desconocida para él, es ese lugar donde tenemos que poner a prueba nuestra capacidad de crear, de poner a prueba nuestras habilidades y ponernos sobre la marcha.

Una vez tenemos identificado nuestro talento y proyección de vida, nos enfrentamos a lo que se conoce como zona de pánico. Este es un escenario donde hacemos uso de los atributos con los que contábamos en nuestra zona de confort, lo que hemos aprendido en la zona de aprendizaje para posteriormente complementar un nuevo renacer en la zona de pánico. Fue allí donde este humilde ciudadano se hizo millonario, enfrentando sus miedos, estudiando cómo hacer algo diferente por los demás, descubrió que no era tan malo y se volvió experto en lo que emprendió.

Cuando le pidieron que pusiera su firma en la primera hoja del acta redactada como documento oficial en un acto de inauguración de una escuela que este donó a su pueblo este dijo que no sabía leer ni escribir. Entonces le preguntaron, ¿Qué no hubiera hecho si hubiese sabido leer y escribir? Este respondió. “Si hubiese sabido leer y escribir, hoy fuera el portero de un prostíbulo”. Esta situación fue la que causó su despido, y al mismo tiempo fue su trampolín para despertar el gran emprendedor que llevaba dentro.

Sal del PATIO, busca lugares, costumbres, gente, pasa tiempos diferentes y le aseguro que sus resultados cambiaran instantáneamente. Los grandes inventos surgen en momento de crisis, no tengas miedo al cambio, el patio dolo te dará placer, comodidad, pero “OJO” el verdadero éxito solo vendrá cuando explores horizontes nuevos donde pondrás a pruebas tu creatividad, la capacidad para enfrentar nuevos retos, la habilidad para vender tus conocimientos, es ahí donde radica el verdadero éxito.

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