Hoy 
Salamanca, España. No en vano a Salmanca se le denomina La ciudad del Pensamiento. Entre sus muros, parques, calles, plazas e infinitos monumentos religiosos, académicos e históricos conviven celosamente la belleza física y abstracta junto a leyendas que llenan de curiosidad a sus visitantes.
Dotada por la naturaleza de infinitos paisajes, esta ciudad, que es una especie de museo al aire libre fue declarada Patrimonio de la Humanidad porque en ella convergen historia, cultura, arte y ciencia, aspectos que la convierten en un compendio de estilos y ambientaciones difícil de igualar a otras ciudades españolas.
De toda España, esta es una de las localidades más conocidas a nivel internacional por la fama que ostenta su Universidad Pontificia, una de las más antiguas del país, donde han impartido sus conocimientos ilustres pensadores como Fray Luis de León, Francisco de Vitoria y Miguel de Unamuno. Además se descubren palacios, casonas, plazas, iglesias y catedrales enclavadas en un recinto amurallado que regalan al viajero sensaciones inolvidables.
Contrario a otras ciudades españolas que también ofrecen inmensidad de cosas importantes que ver y disfrutar, Salamanca destaca por lo económico, sus precios son especialmente asequibles, a pesar del legado histórico que nos deja cada uno de sus rincones y de lo mucho que se pueda aprender de ella.
Los bajos precios en restaurantes, tiendas de souvenires, cafeterías y bares son incomparables, y sobre todo en su Plaza Mayor una de las que más destacan por su belleza y amplitud en toda España.
La Plaza Mayor
Miguel de Unamuno la llamó corazón henchido de sol y aire y no solo logró impresionarle a él, pues quienes la han pisado reconocen que es una de las más hermosas. Comprende uno de los monumentos barrocos más importantes de la península y hoy por hoy es el espacio abierto más importante del casco histórico de Salamanca.
Es el lugar perfecto para encontrarse con amigos de dentro y de fuera, porque todas sus calles culminan allí. Ella es parte importante del diario vivir de los salmantinos.
Según expertos y conocedores de urbanismo actual y antiguo, esta plaza supone la culminación estética de las plazas mayores de Castilla y León. Su utilización es infinita. Desde su construcción en 1755 por Alberto de Churriguera, ha albergado el Ayuntamiento, fue mercado, recinto taurino, escenario teatral y sala de conciertos. Además fue testigo protagonista de los cambios políticos, socioeconómicos y religiosos que se han producido en España y, por supuesto, en Salamanca.
Hoy es el punto de encuentro indiscutible para amigos, parejas, empresarios, visitantes y extranjeros que pasan por ella llevando sus huellas. Bares, restaurantes, tiendas etc., son de los negocios que hoy la albergan cuidando sobre todo no tocar su historia y su esencia.
De noche se convierte en el escenario idílico para visitar y contemplar su perfecta y amplia estructura cuadrada. Además es tras la luz cuando podemos entender el porqué detrás de la Plaza Mayor salmantina hay tantas y tantas historias.
La Universidad Pontificia
Su prestigio a nivel internacional es indiscutible. Y con el paso de los años despierta tanto interés el cursar una carrera en ella como contemplar su majestuoso edificio, ya que es uno de los más importantes de Salamanca y una de las joyas del arte renacentista español. Su edificación alberga conocimiento y cultura, arte e historia en todo su entorno. Fue fundada en 1218 por decisión del rey de León Alfonso IX.
Las catedrales
Al ir a Salamanca es casi obligatorio visitar las catedrales. Una te lleva a la otra y su construcción es tan antigua y majestuosa como la Plaza Mayor y la Universidad, pero cada una de estas joyas tiene su particular encanto.
Recorrerlas nos encamina a lo más antiguo de la historia. Sus columnas, torres, campanarios y capillas desvelan la inagotable capacidad artística de nuestros antecesores. La catedral nueva, gótica, también renacentista y barroca, protege a la vieja.
