Salario y poder adquisitivo

Salario y poder adquisitivo

En su discurso del lunes en  la cumbre CELAC-UE, celebrada en la capital de Chile, el Presidente Danilo Medina sugirió a  los países de ese conglomerado que impulsen  las economías de sus pueblos, como forma de lograr que la gente tenga poder de compra. Su mensaje no podía ser más oportuno para el contexto de la realidad social latinoamericana. Y en nuestro país, por ejemplo, el 51.8% de los trabajadores no gana lo suficiente para cubrir el costo del primer quintil de la canasta familiar.

 La prédica del Presidente en ese foro es concordante con su inclinación en favor de los más pobres. Pero la realidad social  necesita, más que la voluntad del Presidente, una convicción  general que impulse un cambio tangible en el poder adquisitivo. Si el 51.8% de los trabajadores no gana lo suficiente para alimentarse pobremente, en un país que hace ostentación de opulencia y crecimiento económico, entonces hay que impulsar cambios en la dirección que ha aconsejado el Presidente allá en Chile.

Aquí hay abundancia de productos agrícolas, pero en el mercado las ventas están deprimidas. La falta de circulante y la baja capacidad adquisitiva quedan de manifiesto. El 51.8% de los trabajadores tiene vedado el acceso a muchos bienes vitales, al alimento primario. Hay que crear conciencia sobre la necesidad de una mejora salarial general que atenúe esta exclusión social.

Tener bonos muy altos trae retos

Los resultados de la más reciente Encuesta Gallup-Hoy indican que el Presidente Danilo Medina tiene una sólida  aceptación por su manera de gobernar. Es un reconocimiento merecido a un mandatario que predica contra las desigualdades y que ha dado muestras de transparencia en el manejo de los recursos del Estado. Es un voto de confianza a un estadista que va al foco de los problemas y allí plantea soluciones prácticas que quedan a la vista de todos.

Pero la misma encuesta cuyos resultados destacan los altos bonos del Presidente, identifica la delincuencia como el problema más grave del país. Esto supone un reto para el estadista con tan alta tasa de aceptación y confianza. La delincuencia está dañando la economía del país, la imagen internacional, y está llevando a la gente a un estado de paranoia. Así como son altos los bonos es decisivo el reto que tiene el Presidente para acabar con este grave problema.

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