Salarios y bienestar general

Salarios y bienestar general

Talvez comienzo ahora con lo que debería concluir este artículo, al afirmar que el Estado de cualquier país, y el respectivo Gobierno en cada caso, sólo merecerán llamarse buenos cuando contribuyan eficazmente a que todos sus pobladores alcancen niveles de vida satisfactorios en los primordiales aspectos de la supervivencia de todos sus núcleos familiares.

Proveer satisfactorios niveles de vida de un país requiere que, tanto sus gobiernos como sus gobernados, hagan sus debidos aportes para que todos y cada uno de sus núcleos componentes puedan cubrir –en el mayor grado posible- sus necesidades individuales y colectivas, en grado aceptable.

La anterior reflexión incluye, inequívocamente y sin lugar a dudas, que no sólo el sector público de cada país cumpla buenamente sus deberes, sino que parejamente todos los segmentos productivos actúen con sentido de auténtica solidaridad con su pueblo, y no sólo procurando satisfacer sus apetencias sectoriales o de núcleos familiares privilegiados.

Se debe hacer conciencia, por ejemplo, de que nunca será suficiente que en los análisis o estudios del llamado “Costo de vida” –sea de alcance individual o sea de cobertura familiar- la inclusión de factores como “Nutrición e Higiene”, “Salud de la Familia”, “Educación y Adiestramiento”, “Gastos de Transportación”, “Vestimenta Familiar Necesaria”, “Servicios Básicos del Hogar” (tales como agua potable, gas de cocina, electricidad, teléfono, disposición de desperdicios…) por lo común no cubren factores como Gastos Sociales (….cumpleaños de familiares y relacionados, regalos de ocasión, viajes dentro del país y fuera de éste, reparaciones hogareñas indispensables o urgentes…) etcétera.

-¡Y, que conste, no hemos señalado el factor vivienda familiar, sea propia o alquilada….!-

Finalmente pienso que, desde la adolescencia hasta la madurez; desde la condición de civil hasta la de pertenecer a nuestra legiones de maestros de escuelas y sus asistentes…; a los estamentos militares, policiales, de justicia y orden general….; de agentes de salud, trabajadores del campo y la ciudad….; y en fin, toda la membresía de la sana labor productiva y de justo consumo de la nación… – observados, por supuesto, los requisitos de preparación académica y práctica que sean indispensables-, deben colaborar diligentemente, en una u otra forma, en las positivas acciones conducentes a mejorar las condiciones de vida, trabajo y conducta de toda la colectividad nacional.

Aprovechemos, todos, esta situación de crisis generalizada en nuestro planeta, con el fin de aportar a la superación de la misma, de modo fraterno.

A la Secretaría de Estado de Administración Pública (SEAP) le corresponde, por decisión del Poder Ejecutivo, dirigir los esfuerzos colectivos destinados a trazar las Políticas Salariales que han de servir de ejemplos para que luego puedan darse otros pasos valiosos hacia el logro de algunas de las metas oficiales, aquí apenas sugeridas. 

En todo caso creo entender que los pobres de solemnidad necesitan más que los ricos de oportunidad, en todas las circunstancias.

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