Madrid,  (EFE).- Los dos empresarios de la región norteña española de Navarra detenidos bajo la acusación de haber pagado a la banda terrorista ETA el llamado «impuesto revolucionario» salieron hoy en libertar, tras prestar declaración ante el juez.

La decisión la adoptó el juez de la Audiencia Nacional -que juzga los delitos de terrorismo- Fernando Grande-Marlaska, después de que la Fiscalía no pidiera medidas cautelares y que los empresarios José Javier Azpiroz y Juan María Saralegi negasen haber pagado dinero alguno.

Azpiroz y Saralegi, socios de una empresa de construcción, fueron detenidos el pasado viernes al aparecer sus nombres en sendos documentos hallados en la reciente operación hispano-francesa contra la red de extorsión de ETA, en los que la banda terrorista les agradecía pagos.

En relación con esa red de extorsión, el juez Grande-Marlaska ha citado para mañana como imputado a Gorka Aguirre, miembro de la Ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV), a quien se le acusa de haber hecho de intermediario en el cobro del «impuesto revolucionario».

También ha sido citado, aunque en este caso en calidad de testigo, el ex-presidente de esa misma formación (que gobierna en el País Vasco desde hace dos décadas), Xabier Arzalluz.

Tanto la detención de los dos empresarios como la citación de los dirigentes «peneuvistas» han sido muy criticadas por determinados sectores, incluidos dirigentes del gobernante PSOE, por entender que pueden entorpecer el proceso abierto tras la declaración de alto el fuego permanente de ETA.

En el centro de la polémica se sitúa el juez Grande-Marlaska, al que se le censura el hecho de que haya adoptado estas polémicas decisiones cuando debe dejar a finales de esta semana el cargo que ocupa provisionalmente a su titular, el conocido magistrado Baltasar Garzón, que se tomó 15 meses de receso.

En defensa de Marlaska salió hoy el líder del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, que volvió a censurar la posición del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que tiene previsto acudir esta misma semana al Parlamento para anunciar la apertura formal de conversaciones con ETA.

El PP, que recientemente retiró su apoyo al Gobierno en este proceso por la disposición de los socialistas a reunirse con el brazo político etarra, el ilegalizado Batasuna, considera que Zapatero está haciendo el juego a la banda terrorista.

En esa línea, Rajoy le pidió hoy que explique «con claridad qué va a hacer» y le recordó que «ahora que se habla de negociación, cesiones y cambalaches» hay temas que «no son negociables», como la ley y la libertad. EFE