Salir bien

Salir bien

Debería estar suficientemente claro que el poder ha de ejercerse, no sólo con el sello de la legalidad, sino también con el de la legitimidad, que se deriva de unir siempre los actos de autoridad a la intención de actuar con justicia y de acogerse a los mejores intereses de la nación.

La democracia comienza con la expresión de la voluntad popular, pero puede marchar negativamente si quienes gobiernan, ejecutando o legislando, rompen la sintonía con la colectividad que les confirió mandatos.

Tal distanciamiento puede darse si algunos suponen By actúan en consecuencia- que las facultades que concede la Constitución no obligan a escuchar los motivos y razones de los gobernados.

Ha existido obstinadamente en nuestro medio una desarmonía entre decisiones y políticas de Estado y las aspiraciones y quejas de amplios sectores de la comunidad.

Es inevitable relacionar algunos comportamientos unilaterales y cerrados en el manejo de asuntos públicos durante estos años, con la magnitud en que los votantes dijeron no, de forma tan abrumadora, a la reelección.

El triunfo arrollador de la oposición puede ser interpretado como fruto de la máxima incoformidad ciudadana con la forma en que en el pasado reciente se hicieron modificaciones constitucionales, se decidió manejar las crisis bancarias, se eligieron jueces de la Junta Central Electoral y se manejaron, en sentido general, las inversiones públicas y el endeudamiento.

Por lo regular cada acción del poder, en estos casos, fue respondida con fuertes críticas y rechazos de amplios sectores de opinión, siendo, la pasada reforma -la del retroceso que reimpuso la reelección- una de las más aplastantemente contrarias al sentir de la nación.

-II-

Para el electorado, el fallo que de él provino el 16 de mayo debería ser suficiente lección. No más de lo mismo.

Pero el tenaz empeño de destrozar importantes parques nacionales expresa la persistencia de un inaceptable divorcio entre lo que conviene al país y lo que se propone una minoría que codicia bosques y playas y a la que no le importa romper los equilibrios que deben predominar sobre la naturaleza.

Otros propósitos legislativos, como el que dispondría la concesión de exoneraciones para importar vehículos sin límite de costo a los síndicos y vicesíndicos, lucen también como iniciativas contrarias a las normas que deben seguirse para que se produzca una transferencia de gobierno sin traumas.

El país necesita Bmás con hechos que con palabras- que sus gobernantes cedan un poco ante un sentir general que es contrario a que en estos momentos se decida por ley el destino de los parques nacionales.

Como tampoco es aceptable que se impongan medidas en otros sectores de la vida nacional que no sean debidamente consensuadas con quienes van a dirigir el Estado a partir del 16 de agosto.

La creación, desde ya, de comisiones de transición en las que se conjugarán los criterios del poder saliente con los del poder entrante, debe servir efectivamente para mantener el Estado en buen curso en estos tres meses.

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