Tiene apenas nueve años y ya es toda una profesional en el arte culinario. Su pasión por esa actividad le nació porque abuela Soledad Vassallo “cocina mucho y de pequeña la vi y eso me encantaba porque quería aprender a hacer esas comidas tan deliciosas que hace”•

Para ella  la cocina es algo muy divertido que le inspira; “Es el  es el arte de mezclar ingredientes hasta crear algo delicioso”.

Sus paltos favoritos son el  sushi, los tacos, las ensaladas y el brócoli; los hace  a menudo, sobre todo cuando tiene el tiempo libre. Además, ayuda a su madre en la cocina.

Ella es la segunda del matrimonio de los hijos procreados por Juan Gilberto Núñez y Carolina Vassallo Aristegui. El mayor es  Juan Diego y Miranda es la más pequeña.

Como es una experimentada chef,  a su familia le encantan sus platos: “Mi hermana Miranda me ayuda a preparar postres y le gusta comer masa de pastel y galletas;  mi hermano Juan Diego y mi primo Miguel José se comen todo lo que hago y también tío Miguel Ángel”.

Pero también su tía Desirée Cepeda le gusta mucho cocinar y Salomé confiesa “que aprendo siempre que estoy con ella”.  Además, la invita a menudo a degustar sus comidas.

La familia también colabora  y, según  dice a Tinmarín: “Papi me regala libros de recetas y cosas chulas para la cocina y mami me ayuda a buscar recetas por internet y también a cocinar, luego de terminar mis tareas”.

Salomé Núñez Vassallo se dedica a otras muchas actividades; estudia el cuarto de básica en el colegio Calasanz; pero, además, asiste a clases de violín, inglés y gimnasia rítmica.  Con  sobradas razones sus asignaturas favoritas son música, arte y deportes.

Le encanta ver televisión;  jugar Wii, montar bicicleta y patineta, pintar, hacer manualidades, y, sobre todo, jugar con sus primitos.

 Es decir, es una niña sumamente ocupada, que pone en práctica los valores de solidaridad, cooperación y amistad.

Algo muy importante y es que Carolina es diabética, y tiene que usar insulina regularmente.

Pero es condición en  nada le afecta; ella señala que “para mí no es ningna preocupación pues mi mami me cuida mucho y toda mi familia y de todas formas vivo bien sin ningún problema”. Tampoco esa condición influye en su gusto por la cocina aunque sí elabora recetas especiales para ese tipo de personas.

Cuando sea grande aspira a convertirse en una gran chef y tener un restauran que se va a llamar como ella: Salomé.

¿Un mensajito para  los niños del Tinmarín?

“Que si son unos pequeños aficionados por la cocina, como yo, que sigan su sueño; digan que si pueden y todo les resultara;  y recuerden que si algo les sale mal no importa porque eso es lo divertido de la cocina”.