Por Dejan Kovacevic
Pittsburgh Post-Gazette
El relevista Salomón Torres, molesto con los Piratas por lo que entiende es una promesa rota al negociar su más reciente contrato, ha demandado a su equipo y le pidió al gerente general Dave Littlefield que lo cambiara.

“He dado todo lo que tengo al equipo, a la ciudad de Pittsburgh, y no hay nada que me gustaría más que ser parte de un campeonato aquí”, dijo Torres en una llamada telefónica desde Bradenton, Florida, donde rehabilita su codo lastimado.

“Pero ya estoy cansado. Me engañaron al firmar el contrato y lo que me hacen es una venganza porque me quejé”, agregó el lanzador.

La “venganza” de la que habla Torres, al explicarlo, está comprendida en la manera que el equipo está manejando su actual rehabilitación.

El problema más grande con los Piratas es cómo Littlefield manejó la negociación de su contrato de dos años y US$6.5 millones firmado en la primavera del 2006.

 Torres, quien no tenía un agente en esas negociaciones, explica que aceptó menos dinero del valor del mercado porque Littlefield sugirió que el equipo consideraría alquilar una de las dos academias que Torres construyó en la República Dominicana.

“Me gustó la idea”, dijo Torres. “Pensé en algo como dinero diferido para el futuro. Me mantuvieron lo suficientemente interesado. Hicieron que les creyera. Dave me dijo que lo pensaría pero que tendría que darles un descuento de la casa y eso hice”.

Luego de firmar ese contrato, luego esperar un par de meses por los Piratas, luego tuvo una conversación negativa con Littlefield en noviembre, Torres se rindió y rentó su segundo complejo a los Rangers de Texas.

Los dueños de Pittsburgh y Littlefield viajaron a la República Dominicana este año, a finales de mayo, para examinar la posibilidad de mejorar sus trabajos allí. Lo hicieron sin visitar las academias de Torres.

Torres tranquilamente demandó a los Piratas en marzo, a través del sindicato de peloteros. No se ha fijado una fecha para la audiencia debido al cúmulo de casos.

“Salomón ha demandado y realmente no tenemos mucho que decir al respecto”, dijo Littlefield.

“Lo único que puedo decir sobre el tema es que manejamos las cosas de manera profesional”.

Torres dijo que luego de la demanda, la gerencia ofreció insertar bonos adicionales al contrato existente.

Pero esa oferta, continuó Torres, se retiró luego de perder el puesto de cerrador ante Matt Capps el mes pasado.

Torres dijo que ha contactado una firma de abogados y está explorando acciones legales contra los Piratas de Pittburgh.

La fuente más inmediata de la ira de Torres es el calendario de rehabilitación señalado por los Piratas por un estirón de un ligamento del codo que lo llevó a la lista de lesionados por 15 días el 9 de junio pasado.

Torres reconoció que la lesión era “severa” pero también dijo que la gerencia le comunicó que volvería al bullpen dependiendo de cómo se sintiera. Luego, la semana pasada, le dieron un calendario de rehabilitación detallado que dejó abierta la posibilidad de que esté fuera hasta finales de julio.

“No tengo problemas con el diagnóstico o el tratamiento”, dijo Torres. “Pero me dijeron que deoebderñua de nu cuando me sintiera lo suficientemente bien para volver. Ahora, de repente, me dicen que espere un mes más. Siento que me están dando bola negra por lo que ha pasado”, agregó Torres.