Mi familia empezó a preocuparse de verdad cuando se dieron cuenta de que no podía comer nada sin mirar antes su composición calórica. Además, sólo tomaba platos cocinados a la plancha, al vapor, ensaladas… cuando ninguna de las mil excusas que ponía para no sentarme a la mesa con ellos me valía. Pero luego me descontrolaba y no me importaba acabarme en unos minutos un paquete de galletas de chocolate o una barra de pan yo sola.

Y siempre, al acabar de comer, la visita obligada al baño. Estaba constantemente con frío, mi peso oscilaba mucho, tenía ataques de llanto… Ante ese panorama, mis padres…  me obligaron a realizarme un chequeo médico.

Por fin, todo al descubierto. El especialista no necesitó hacerme muchas preguntas para saber cuál era el problema, aunque yo, por supuesto, lo negué una vez más. No me había dado cuenta, pero mi rostro estaba hinchado. Me interrogó sobre si tenía calambres en las piernas; le contesté que sí y me explicó que era por la pérdida de potasio debido a los vómitos. Luego me preguntó si había perdido el conocimiento alguna vez y tuve que reconocer que sí. Mis padres no sabían nada y pude ver en sus caras la angustia.

Continúa la próxima semana.

Tu ración es menor que la suya

Un varón ingiere un promedio de 2,800 calorías por día, mientras que la mujer con normopeso come unas 1,800 calorías diarias,  alrededor de un tercio menos, debido a sus diferentes necesidades y anatomía. Si comes la misma cantidad que él, terminarás por engordar, no importa la variedad o calidad de los alimentos que te lleves a la boca.

En cambio, si comes una tercera parte de lo que come tu pareja, tanto en casa como fuera, sirviéndote menos o apartando el exceso de comida a un lado del plato, perderás en unos meses el peso extra adquirido por comer al mismo ritmo que él.

 Convence a tu pareja de que comparta ese objetivo contigo. Será más fácil lograrlo.

¿Quieres huesos fuertes?

El cobre es un oligoelemento que fortalece la masa ósea. Si bien la Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta de 1.3 – 1.5 mg diarios, la dieta habitual suele contener mucho menos. El cobre está presente en alimentos como el chocolate, cereales, legumbres, marisco o nueces. Si falta, se incrementa el colesterol “malo”.

Amenaza de cáncer en hombres

Casi el 80% de los hombres en mayor riesgo de cáncer de mama no son conscientes de que también pueden tener esta enfermedad, según un estudio de la Universidad de Colorado en Denver (Estados Unidos). El cáncer de mama masculino representa menos del 1% de los tumores mamarios, tiende a afectar a los hombres mayores y ha sido ignorado por la población  y la comunidad médica durante muchos años.

Se necesita crear conciencia sobre esta dolencia, especialmente en quienes tienen al menos un familiar de sangre por parte materna con esta enfermedad.

Su síntoma más frecuente es la aparición de uno o más bultitos en el pecho, generalmente de consistencia dura y poco móviles,  dolorosos o no.

Cáncer de próstata. Muy pocos de los hombres en edades entre los 40 y 65 años ha acudido al urólogo, según revelan encuestas.  En palabras del doctor Bernardino Miñana, de la Asociación Española de Urología, con respecto a esta patología, “en nuestro país, de algo más de 20,000 casos nuevos cada año, el 90% son susceptibles de intervención potencialmente curativa y sólo 4% son metastásicos al diagnóstico”. Ante cualquier duda o síntoma sospechoso, acuda al urólogo, pues la prevención es el único modo de tratar a tiempo los casos.

Un consejo para evitar los resfriados

Aléjate de los cigarrillos ajenos. Los fumadores tienen más posibilidades de sufrir una infección, ya que fumar baja las defensas del aparato respiratorio, lo cual favorece la entrada de los virus. También corren más riesgo de enfermar quienes están próximos a los fumadores, ya que aspirar el humo, incluso de forma pasiva, irrita los tejidos respiratorios, haciéndolos más vulnerables.