La planificación estratégica sectorial posee herramientas para transformar un inventario de buenos deseos, en una bitácora de impacto. Las propuestas de salud 2030 pueden dividirse en proyectos estructurantes, victorias rápidas, intervenciones de incremento de escala y acciones de quiebre de tendencias.
Un proyecto estructurante dura más de dos años. Es una concurrencia de intervenciones con capacidad de impacto a mediano plazo, sobre los problemas asociados a inclusión, gobernabilidad, ambiente y economía de salud. No cualquier iniciativa, sino aquella que tiene las funcionalidades de garantizar continuidad, complementariedad, articulación y sostenibilidad.
Todo proyecto estructurante del Plan Estratégico Salud 2030 debiera iniciar con victorias rápidas. Son actividades impulsadas por el Gobierno nacional, ayuntamientos y otros actores, que se expresan en acciones demostrativas y focalizadas, cuya ejecución es inferior a dos años. Su financiación no impone la habilitación de una estructura burocrática de gestión.
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Victorias rápidas son intervenciones tácticas a privilegiar para lograr hechos notorios. Aportan las primeras evidencias de solución. Elevan la cohesión social y el respaldo público a posteriores acciones estructurantes. Provocan éxito inicial. Acciones a las que debe dársele el apoyo para que sean sostenibles en el tiempo. Se sugiere que sean complementadas con intervenciones de incremento de escala para aumentar la población incluida y la extensión de territorio cubierto.
Las intervenciones de incremento de escala son iniciativas que certifican la continuidad de las victorias rápidas. Son acciones que aportan sostenibilidad en la medida que aumentan volumen y amplitud territorial de las iniciativas de corto plazo. Amplían en el territorio acciones, investigaciones, levantamiento de croquis, maquetas, planos y obras que son insumos para los proyectos más grandes.
Finalmente, las intervenciones de quiebre de tendencias se dirigen a garantizar control, eliminación y erradicación del problema que originó el proyecto. Llevan la nación, región, provincia, municipio, ciudad o barrio, a un punto de no retorno a los problemas que fueron superados inicialmente. Estas acciones pautan proyectos que deben ser continuos y articulados socialmente con el liderazgo comunitario. El poder del proyecto debiera finalmente, descansar en el liderazgo de los beneficiarios. En la formulación del plan estratégico, en la medida que se seleccionan aquellas soluciones que pueden ser implantadas inmediatamente con victorias rápidas, se acordarán y lograrán mejor los próximos incrementos de escala esperados.
El pilar de inclusión del plan estratégico de Salud 2030 acumuló 12 iniciativas. La gobernabilidad 9 programas y proyectos. Por su parte de la gestión ambiental unas 10 grandes acciones. Finalmente, la economía de la salud unas 4 iniciativas. Son 35 Proyectos que aportarán 144 productos entregables que debieran superar, al menos 100 indicadores críticos.