Aunque las autoridades ven una ligera disminución de la epidemia de cólera que afecta al país, el propio ministro de Salud pidió a las direcciones media, epidemiólogos y salubristas que no bajen la guardia ante la presencia de la enfermedad.

Asimismo, ministro Bautista Rojas Gómez espera que  hoy se materialice su petición de que efectivos de la Marina de Guerra sean apostados en las márgenes de los ríos Ozama, en Santo Domingo y Nigua en San Cristóbal.

Se busca evitar una mayor expansión del cólera, una enfermedad bacterial que se desarrolló en el país desde noviembre.

Durante un recorrido por hospitales de Santo Domingo y el Juan Pablo Pina de San Cristóbal, se pudo observar que el número de casos era elevado en algunos centros, mientras en otros se mantenía igual.

En el hospital Luis Eduardo Aybar, del Distrito Nacional, el número de personas con diarrea y sospechosos de tener cólera era de 35, 14 en el Santo Socorro y cuatro en el Francisco Moscoso Puello, mientras en el Juan Pablo Pina la cantidad de personas que presumiblemente tenían la enfermedad rondaba en los 40 afectados.

Para  Bautista Rojas Gómez, en el Distrito Nacional, dos de los obstáculos para enfrentar la epidemia son, la basura en las calles y el que las personas penetran a ríos y pozos contaminados por la bacteria Vibrio cholerae que está en la isla.

Mucha basura en el DN.  La basura es tal en el Distrito Nacional, que ayer una enorme montaña de basura estaba acumulada  frente al hospital Moscoso Puello.

Las personas lanzan  la basura en el improvisado vertedero como si no hubiera una epidemia de la mortal enfermedad.

Igual cantidad de basura se registra en la avenida Independencia y en el ensanche La Fe.

La recogida de la basura y el acceso a agua potable son los dos principales obstáculos que tienen las autoridades en áreas de alta densidad poblacional, como Santo Domingo, el Distrito Nacional y de gran pobreza como Elías Piña, San Pedro de Macorís y San Juan.

Médicos de Macorís dijeron ayer que el número de afectados va en incremento y que  solo el fin de semana fueron ingresadas 15 personas adicionales a las 35 que ya había, con lo que suman 50.

Esta semana se espera una mayor coordinación entre autoridades del Ministerio de Salud Pública, el de las Fuerzas Armadas y el municipio, tanto de sus autoridades como de la población y  en  lo concerniente al abordaje sobre el baño  en ríos contaminados, como en caso del Nigua, en San Cristóbal y  San Juan. 

Versión oficial

La incidencia del cólera en la República Dominicana ha mostrado una ligera disminución en los últimos tres días en los lugares en los que hay brotes activos de la enfermedad, dijo el ministro de Salud Pública.

El doctor Bautista Rojas Gómez advirtió, sin embargo, que eso no es motivo para llenarse de optimismo, sino que, por el contrario, no se puede bajar la guardia respecto a las acciones de prevención y control “que se  adoptan ”.   Dijo que  los ingresos a hospitales que recibían pacientes  con los síntomas de la enfermedad en el Distrito Nacional y las provincias San Cristóbal, San Pedro de Macorís, San Juan y Santiago han reflejado una disminución.

Afirmó que  en el Luis Eduardo Aybar, del Distrito Nacional, se encontraban ingresados al mediodía de ayer 21 adultos y siete niños, un número menor al promedio de las últimas dos semanas, que superaba los 50  pacientes diarios. Mientras que en el Francisco Moscoso Puello, apenas se observaron tres; e igual número en el Santo Socorro.

Del l Antonio Musa, ubicado en San Pedro de Macorís,  dijo que bajó a ocho la cantidad de pacientes ingresados sospechosos de cólera ayer y en el Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, disminuyó a 28, contrario a la víspera, que las dos salas habilitadas duplicaban esa cifra.

Rojas Gómez, quien realizó un recorrido por esos centros asistenciales, dijo que continúan con intensidad las acciones de prevención y control en toda la geografía nacional, enfatizando en aquellas localidades en que aún tienen brotes activos de cólera.

Aprovechó la oportunidad para llamar la atención de los ayuntamientos sobre la necesidad de mantener limpios los municipios porque la gran cantidad de desperdicios sólidos que se observan en calles y avenidas  constituyen focos de contaminación.