El cepillo dental es el protagonista de la higiene oral y está en contacto directo con los dientes, saliva, tejidos blandos de la boca, placa bacteriana, organismos patógenos y bacterias que están habitualmente en ésta. Su principal objetivo es mantener una boca sana, libre de BioFilm y un aliento agradable.

Guardar, limpiar y sustituir a tiempo el cepillo dental son medidas importantes que previenen, no solo enfermedades de la cavidad oral, también de todo el organismo, porque utilizar un cepillo dental contaminado afecta la salud.

Las principales fuentes de contaminación de los cepillos dentales son: sangre, saliva, restos de alimentos que se encuentran en la boca, agua contaminada, organismos patógenos presentes en la cavidad oral y el medio ambiente donde es guardado.

En el caso de pacientes con enfermedad periodontal el sangrado gingival es común durante el cepillado, en estos casos aumentan las posibilidades de contaminación. Estos pacientes deben ser mucho más cuidadosos con el cuidado de su cepillo dental. Luego de utilizar su cepillo dental, la parte activa no debe ser tapada, debe dejarse expuesto al aire libre para que se seque, el usar un estuche favorece la multiplicación de organismos patógenos, incluyendo los hongos.

Protocolo. Los cepillos dentales son personales, bajo ninguna circunstancia deben ser compartidos con otras personas, antes y después de utilizarlo, las manos deben ser lavadas cuidadosamente. Al finalizar el cepillado dental se debe dejar caer bastante agua en la parte activa de este, agua que corra, no enjuagarlo en un vaso u otro recipiente, es decir enjuagar en agua que corra, no estancada, luego dejarlo al aire libre, en un lugar seco, no húmedo, evitando así que los filamentos se conviertan en un nido de organismos patógenos.

Guardar. La posición ideal para colocarlo es en forma vertical, ya que así el agua se desplaza automáticamente del área activa y se seca, el cepillo no debe estar al lado de otros cepillos que utilizan otras personas, el ponerse en contacto uno con otro aumentan las posibilidades de contaminación.

Los cepillos dentales deben ser reemplazados tan pronto usted note que su parte activa está dañada, después de usted haber atravesado un proceso viral o infeccioso, ya sea una gripe, faringitis…. en condiciones normales el promedio de vida de un cepillo dental es de tres meses, es decir, cada tres meses debe ser cambiado.

No es necesario usar solución desinfectante para lavar el cepillo dental. Es preferible sustituir el cepillo dental antesde lo necesario, que utilizar uno que ya no está en capacidad de lograr sus objetivos o está contaminado.

Recuerde su salud oral es parte de la salud general y no se puede hablar de salud sin una correcta higiene. Para sus preguntas puede escribir a odontodom.info@gmail.com.