Salud, educación, administración y basura

Salud, educación, administración y basura

 En los últimos días los medios de comunicación,  entre los cuales está el Hoy, han venido informando del amontonamiento de la basura en la ciudad capital y Santiago y del problema político-económico que existe en el vertedero Duquesa como depósito final de la basura de la ciudad capital.

 No entraremos en la compleja discusión de quién tiene la razón legalmente o si se quiere, justamente, hablando en relación al conflicto en torno a Duquesa. Nos referiremos al impacto ambiental y por ende a la salud colectiva de los ciudadanos de ambas ciudades que son las más numerosas en términos de habitantes, y las más importantes también desde el punto de vista de la economía del país.

 Se entiende que la recogida de basura es responsabilidad de los ayuntamientos y que los Alcaldes tienen la responsabilidad de planear, organizar dirigir y controlar este proceso. Entendemos, de igual manera, que si, justificada o no, la basura no se recoge adecuadamente o peor aún, no se deposita en el destino final, el gobierno central, a través de sus ministerios de Medio Ambiente, Salud, y Fuerzas Armadas, deben intervenir para evitar daño a la salud colectiva de las ciudades donde esta anomalía se presenta.

 No es posible que mientras en todos los países del mundo se ha  ido concienciando a la población para mantener las ciudades y los campos limpios de basura y de roedores e insectos, en nuestro país no se hagan los esfuerzos suficientes para educar debidamente a la población para alcanzar ese objetivo  y que los responsables de mantener limpia las ciudades fallen continuamente en alcanzarlo.

 La basura puede clasificarse de diversas categorías: biodegradables, como los alimentos y las aguas residuales. Si este tipo de basura no se recoge y deposita adecuadamente, por la descomposición que sufre, desencadena la proliferación de microorganismos que pueden poner en peligro la salud de los seres humanos. Contribuye, además, a la proliferación de insectos y ratas que sirven de vectores en la transmisión  de enfermedades.

 La liberación de oxígeno o aire libre, en combinación con los microorganismos, hace que se produzca la formación de gases de efecto invernadero que también afecta la salud. Esto lo producen la basura antes citada y las orgánicas como las materias fecales, hojas, ramas secas y otras.

 También existe la basura inorgánica y aquí vale la pena mencionar los plásticos que, de no tratarse de manera adecuada, tienden a devenir en fuente contaminante. Ejemplos de tal peligro lo vemos  en los animales marinos como tortugas; pájaros y chivos que mueren a diario al tragarse los plásticos no depositados correctamente para su recogida final.

 Los desechos peligrosos de los hospitales,  pueden ser orgánicos o inorgánicos, deberían empacarse en fundas o bolsas rojas con la advertencia de Desechos Peligrosos por ser  infecciosos y contener residuos radioactivos, ácidos, sustancias químicas, sangre contaminadas y otros.

 Es penoso leer o escuchar noticias o ver imágenes en la televisión de filas de camiones llenos de basura que no pueden entrar al vertedero final porque no se han construido las vías especiales para transportes pesados como camiones cargados de basura. Sin estas vías especiales, no será posible mantener el flujo de entrada y salida ágil de los recolectores.

 Deberíamos, asimismo, diseñar y poner en ejecución una campaña destinada a educar a la población de los beneficios que genera una ciudad limpia y de fomentar el valor en los ciudadanos de sentir orgullo  de mantener su ciudad limpia. Se deberán establecer, horarios bien establecidos de recogida para, como sucede en otras ciudades del mundo,  las personas saquen su basura  el día y hora que les corresponda.

 Por otro lado, los ayuntamientos deben colocar basureros pequeños en las aceras y parques para acostumbrar a las personas a depositar la basura en los mismos a fin de contribuir a que, algún día más temprano que tarde, podamos disfrutar de un país limpio.

 Recordamos, finalmente,  que las ratas transmiten la leptospira; los mosquitos el dengue; las aguas residuales sin control el cólera, otras diarreas y la hepatitis infecciosa entre otras. Enfermedades que nos afectan frecuentemente. Pongámosles atención a la basura.

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