POR EBONY LAFONTAINE
Regalemos un motivo para amar
Siempre es grato recibir felicitaciones y regalos por las fiestas de navidad, una práctica que la tecnología, los nuevos tiempos y la misma globalización se han querido llevar de encuentro. Obsequiar da una sensación de decir te quiero tan único y especial como el amor. Es por ello que el don de dar, debemos retomarlo ¿y que mejor tiempo que éste?
Dale al amigo; siempre esta contigo, al hermano; siempre espera, al vecino; lo agradece, al platanero; ya quedan pocos, al quien tiene hambre; un día de paz, al esposo; se lo merece (si no se lo merece, dáselo como quiera), al amante; llena un espacio, a la maestra; te enseña, al que acabas de conocer; le darás esperanza y fe en el ser humano. Dar, dar y dar en navidad. Que regalar? Podemos comenzar con dar una sonrisa amplia y sincera, obsequiar humildad, perdón y tolerancia, Regalar optimismo y comprensión, donar altruismo, es difícil pero lo podemos lograr Si te es más fácil, porque la vida es muy Light… Regala lo que no tienes Paz.
Podemos hacer una combinación de sorpresa e imaginación con poco dinero, tan solo con apelar a los viejos tiempos, podemos regalar; un picnic en el campo, una cena en casa – como la que ya no hacemos – una salida a bailar, un almuerzo o una cena sin silencios, un desayuno a domicilio o en un motel según sea el caso y con todos los números que se van perdiendo con el tiempo, una serenata sería fenomenal y no te olvides acompañar los regalos con ternura, la ternura es el arte de sentir a los demás.
A nosotros mismos podemos regalarnos un curso intensivo de cómo ser mejor personas, sin crítica, sin rencor, sin desesperanzas, sin envidia, sin lamentaciones ni zancadillas todos queremos y merecemos ser felices. Y nosotras amigas, específicamente nosotras, regalémonos una a la otra el respeto que nos debemos en honor y en favor de nuestro género. Regalemos un motivo para amar.