Un grupo de científicos de las universidades de Gotemburgo en Suecia y de Carolina del Norte en EE.UU, y científicos de la empresa Unilever, identificaron las «C-táctiles» o Las fibras del Placer. Estos científicos, estudiaron como las personas responden a caricias sobre la piel del antebrazo, a través del estímulo en esa zona, logrando identificar a las fibras nerviosas llamadas «C-táctiles», responsables de la sensación de placer. Identificaron además, que, estas fibras, sólo están presente en la piel con vellosidades. ¿Qué pasa con los lampiños?, con los metrosexuales, y las personas que se han sumado a ser bellos sin vellos de forma permanente… a esos, ¿se les va el placer con los vellos?
Los científicos, aseguraron, que cuando la caricia era más rápida o más lenta que la velocidad óptima, no se sentía placer y las fibras nerviosas no se activaban. ¿Cuál es la velocidad óptima de la caricia?, según estos resultados, no funciona a pasito lento, ni con el ritmo apresurado de los que se roban momentos, aunque ellos aseguran que hay que acariciar de 4 a 5 centímetros de piel por segundo.
El profesor Mc Glone, expresó sobre la trascendencia de las caricias, para que una relación perdure mas allá del coito: Nuestro impulso primario como humanos es la procreación, pero hay algunos mecanismos que están asociados con el comportamiento y la recompensa que están presentes para asegurar que las relaciones perduren. Mas allá, de este estudio científico y de los que puedan surgir, creo fielmente en la experiencia de cada pareja, donde la caricia perfecta es aquella que surge de cada quién y que ambos quieren que sea, sin velocidad medida, pero si con ansias, que necesitan satisfacerse y que provocan que las C-táctiles no descansen.