POR EBONY LAFONTAINE
Vivimos rodeados de sorpresas y conflictos pequeños, grandes y en todos los órdenes, de ellos no nos escapamos, ni en el trabajo, ni en la familia, en la simple ruta hacia el trabajo, mucho menos con los amigos, si hablamos de la muerte o enfermedad de un ser querido, la ruptura con el novio de turno etc…  Son muchos los compromisos y demasiada las responsabilidades que nos acompañan en el diario vivir… y esto solo tiene un gran problema;  nos afecta la salud por la gran presión que nos generan.  

Puro stress diríamos, palabra cuyo sinónimo es cambio y no preocupación.  Cualquier cosa que cause un cambio en nuestra vida causa stress. No importa si es un cambio «bueno» o «malo»  estoy estresado, mi cabello se estresada, el perro esta estresado, el stress de la política, la economía está estresada….   Tenemos stress por un cubo! y lo traducimos en preocupación y angustia de problemas no resueltos… que vamos hacer?  Podríamos empezar por identificar nuestras responsabilidades y cuales nos  producen mas angustia,  analizar de que forma podemos eliminarlas, determinar que debemos cambiar y como,  de esta forma los factores que nos estresan se irán eliminando.  En mi caso comencé a votar stress desde el mismo momento en que comencé a tratar mis problemas como lista de supermercado que cuando se adquiere un articulo se tacha o como una lista de riferos que cuando le pagan los números le ponen una p al lado en señal de pagado, en ambos casos completado el objetivo se siente un gran alivio. Es cuestión de proponernos llevar el control de las situaciones que se nos presentan en la vida ya sean estas reales o imaginarias.