Si pensamos un poco en los retos y desafíos que debemos afrontar para que nuestra vida como seres humanos sea más digna y justa, tendríamos que reconocer, que de forma individual y familiar el mundo nos necesita. Quizás el arma más efectiva para vencer los obstáculos es la educación que ofrecemos a nuestros hijos e hijas.
Podríamos comenzar a preguntarnos: sabes como madre que quieres para tus hijos en este momento? ¿Tú como padre, quieres que tus hijos sean educados y te adoren? ¿Qué como progenitor recibas la bendición de hijos que hablan varios idiomas? Y así, muchas preguntas más pero ¿has pensado educar a tus hijos para ser mejores personas; más humanos?
Educar a mis hijas para que sean mejores personas les da seguridad .Creo firmemente en que prepararlas así, las convierte en seres de cambio, en este mundo tan injusto, esa educación les ofrece las herramientas necesarias para enriquecer sus valores y talentos como garantía de felicidad y justicia.
No me interesa que mis hijas sigan a la masa pesimista ni que se dejen llevar por una publicidad mal intencionada, ni por periodistas que distorsionen su criterio, pero sí deseo, que sepan pedir perdón, que transmitan sus opiniones sin temores y sin avasallar a los demás, quisiera que amen sus pequeños mundos y respeten el de las demás personas, pero sobre todo, quisiera que ellas se sientan realizadas dedicando sus mejores cualidades en alcanzar sus ideales y haciendo feliz a quienes están a su alrededor. Lograr estos deseos, está en mis manos, y claro, en las manos de ustedes, que también deben educar, apostemos en este 2009, a educar hijos e hijas para y por la paz, que rechacen la violencia y a todo aquel que desee arrancarles sus sueños.