Salud Interior
El espejo, luz y verdad…

<STRONG>Salud Interior<BR></STRONG>El espejo, luz y verdad…

Yo no sé cuando fue que comencé a sentir ese gran cariño y respeto por un espejo, no se tampoco, si lo hice buscando respuestas en mi adolescencia sobre quién soy o como me veo o si ambas cosas, si sé, por mis vivencias, de la importancia de este en mi vida, fue mi mejor aliado en los momentos de improvisar, para no dejar de ir a una fiesta, porque la economía de la casa estaba como banco quebrado, de manera, que con la ayuda de un espejo, me sumergí en el mundo de la fantasía a parir vestidos de pañuelos y pedazos de telas, creando lo más útil y práctico que he hecho en mi vida; inventar mi carta de presentación.

Imagino que desde que leímos o nos leyeron el cuento de Blanca Nieves, todas comenzamos a formular miles de preguntas al espejo; ¿Se ven bien mis moños? ¿Quién es más linda? ¿me va el afro, el desrizado o las trenzas? ¿Estoy gorda? ¿Por qué estas arrugas? etc., etc… aceptar o no las respuestas puede marcar la diferencia. Ha sido el espejo mi mejor amigo en momentos de soledad, cuando los cambios físicos (pequeños montículos), emocionales y sociales comenzaban a aflorar y saben? con el pasar del tiempo, las cosas no han cambiado, el espejo sigue jugando su papel, con el me rio, me burlo de mi, lloro y reflexiono sobre mil cosas del día a día…

Sin tapujos me dice sobre mi vanidad si la reflejo, sobre mi orgullo cuando aflora, sobre la ternura que necesito, sobre la alegría que manifiesto, me habla de humildad, le cuento de proyectos y sinsabores… cuando he amado, me ha brindado las mejores imágenes del amor compartido…El espejo no habla, tan solo refleja luz y verdad, una verdad que hay que ver, sentir y aceptar con el alma, para así poder hacer los cambios necesarios que nos transformen en personas liberadas de tabúes y fantasmas que nos hacen inseguros,  poniendo altos en la realización, esperanza y felicidad.

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