Salud  Interior
Llenos de amor y sin amarguras

<p><span>Salud  Interior<br/><strong>Llenos de amor y sin amarguras</strong></span></p>

POR EBONY LAFONTAINE
La Navidad llegó a Quisquella, calles y avenidas llenas de luces, vehículos y más tapones.  L@s dominican@s estamos esperando con ansias el 24 y el 31, cargados de esperanza y buena voluntad.

Que vengan las fiestas! las parrandas! los regalos del Niño Jesús!  Ya las casas dominicanas están pintadas y aguinaldos están organizados, los regalos están debajo del arbolito y por supuesto cualquier baile no previsto se tomará en cuenta.

Quienes no creen en la Navidad que se resguarden en sus casas o se busquen un perro prieto, la oposición que haga silencio, los aspirantes a ser presidentes que esperen y no desesperen la Vieja Belén se acordará de ellos o si no los diablos cojuelos en tiempo de carnaval, porque en esta época, el pueblo desea celebrar, celebrar en grande y con el alma clara.

La Navidad se inició en octubre en nuestro país, con alguna u otra tradición perdida, con el rumor de que no hay circulante,  pero con un montón de gente en las calles, buscando parqueo para entrar en las tiendas y buscar los mejores adornos para dar acogida a quienes lleguen a sus casas, los mejores regalos para familiares y amigos y la mejor gala para lucir espectacular.

En esta época de risas y pensamientos positivos, debemos respirar aire fraterno y aprovechar ese ánimo para que nuestros deseos se cumplan. No hay derecho y no podemos permitir que nos roben el espíritu de la Navidad,  debemos resguardarnos, para los tiempos venideros; lucha política, estrés ínter partidario, malos augurios de quienes no nos quieren bien, si así lo hacemos; saldremos victoriosos, más compresivos, con capacidad para discernir y saber que nos conviene, llenos de    amor y sin amarguras…

Para comentarios o preguntas escríbanos a ebonylafontaine@gmail.com

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