Salud Interior
Los dulces como plato favorito

<STRONG>Salud Interior<BR></STRONG>Los dulces como plato favorito

El sabor dulce es el primero que entra en contacto con nuestro paladar mediante la lactosa de la leche materna (un tipo de azúcar). En adelante, depende en parte de los hábitos familiares, lo acertados que podemos ser al seleccionar alimentos de la gran oferta publicitaria y aparentemente factores genéticos que pueden acentuar nuestra necesidad de dulce.Sin importar de donde somos, a nivel mundial ya se presentan  denominaciones relacionados con la necesidad “antojo”, “sweet tooth” (diente dulce) o “food craving” descrita por diversos autores hacia el dulce. Es el deseo exagerado por comer alimentos (algún alimento concentrado en azúcares, bebidas gaseosas, golosinas, chocolate etc.), con la necesidad inmediata de satisfacer el apetito (no se trata de un antojo pasajero).

Todo exceso es dañino, el consumo desmesurado por el dulce trae consecuencias en la salud: aumento de peso, riesgo de desarrollar diabetes y caries, disminuye la capacidad del sistema inmunológico e impide a los glóbulos blancos hacer frente a contaminaciones bacterianas haciéndonos así más propensos que a padecer resfriados, cistitis y vaginitis. Algunos ejemplos de preferencias de las personas obsesionadas por el dulce son bebidas gaseosas, jugos o zumos de frutas ricos en azúcares, golosinas, cereales endulzados y chocolates.

El deseo exagerado por el dulce puede convertirse en una compulsión crónica, puede ser síntoma de ansiedad y representar una obsesión insana más que una preferencia alimentaria. La debilidad por el chocolate es objeto de muchos estudios desde el punto de vista neurofisiológico y psiquiátrico. Los componentes del chocolate tiene un efecto biológico y psicológico, sus azúcares aumentan los niveles de serotonina (un neurotransmisor) en el cerebro mejorando el estado de ánimo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas