Matusalén es la persona más vieja que se menciona en el Antiguo Testamento, de él se dice que alcanzó los 969 años de edad.  Su nombre es sinónimo de longevidad, a tal punto que  se le aplica a cualquier mortal que alcance una edad avanzada: ¨ es más viejo que Matusalén¨.

Todos apostamos a una larga vida, pero, como la alcanzamos?… Por como vivimos? o por donde nacemos?  Los datos que se obtienen del World FactBook  de La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, nos indica  que el fumar y el estrés, ambos hábitos considerados negativos no parecen tener una gran influencia en la esperanza de vida de las personas: Japón es el país donde se consume más tabaco, su esperanza de vida es de 88,91 años. 

Hong Kong país de un constante estrés tiene una esperanza de vida de 79,8 años. 

En los Estados Unidos, país consumidor de comida rápida la esperanza de vida es de 77,4 años, la de Alemania es de 77,99, España  con una  80,23 años e Italia con 79.25 años.  Estos datos nos indican que aparentemente el tipo de comida tampoco influye mucho en la esperanza de vida de los seres humanos.  En el caso de la República Dominicana la esperanza de vida es de 71.44, es decir, podríamos considerar que el ron y la miseria no  influyen en acortar la esperanza de vida de nuestra existencia ¡?. 

El Club de los 120 Años de la Asociación Medica del Caribe, será motivo para continuar con este tema la próxima semana. 

Dejándoles uno dos de los principios que postulan:  El cerebro es el controlador de todas las actividades del cuerpo humano. El Otro. Órgano que no se ejercita se atrofia.