Mi deseo de cambiar ó más bien mejorar me hace discernir entre muchas decisiones diariamente. Si como me visto, qué digo, qué pido, qué doy, qué escribo, cómo saludo, que como,  etc… es solo cuestión de mostrarme como yo soy, sin engañar a nadie (ni a mi misma) pero en un trabajo donde las relaciones personales (confianza entre personas) es el pilar del éxito, a veces debo encontrar las palabras exactas que los demás desean escuchar, dar lo que esperan exactamente de mi (aunque no sea exactamente yo), escribir lo que quieren leer, etc; con esto no digo que me muestre como otra persona por mi propio deseo, sino que trato de entender a mis contrapartes para sentir como ellos, hablar como ellos, dar como ellos, pero con mi propio sello, de tal manera que todos se sientan comprendidos y bien atendidos por una persona que es distinta a ellos, pero que no por ello deja de entender e identificarse con sus  necesidades.

Ser honesta con una misma, comprendiendo y dando su lugar al resto del mundo.

Sé que es difícil ser una misma, seguramente estarás diciéndote: Qué fácil escribe Ebony estas cosas, pero en la práctica qué. No creas que no te entiendo, pero te aseguro que vale la pena una y mil veces, aunque estés consciente de que la mayoría “finge”; yo también creo que la mayoríade la gente no se atreve a ser de este modo, por que tal vez tienen el concepto equivocado de que no nos haría muy felices mostrarnos tal y como somos, pero si nosotros mismos no nos aceptamos dificilmente el mundo lo hará. Así que lo  creas dificil, inténtalo, porque es indudablemente necesario; notarás cómo tus relaciones interpersonales mejoran y cómo te resultará más cómodo interactuar sin poses ni apariencias.