La osteoartrosis es una de las enfermedades más antiguas y comunes de los seres humanos. Se trata de una enfermedad progresiva, sin cura, que afecta principalmente las articulaciones de la rodilla y la cadera. Cuando una persona padece osteoartrosis, los cartílagos se desgastan, lo que causa dolor y rigidez en las articulaciones principalmente.
Existen muchas afecciones y dolencias que la pueden causar, como el sobrepeso, lesiones, debilidad muscular, daños en los nervios que suplen las zonas de las articulaciones e incluso factores hereditarios. A nivel mundial, se estima que 350 millones de personas sufrirán de esta enfermedad en 2025.
Aunque puede afectar cualquier articulación, ocurre más a menudo en las rodillas, caderas y columna vertebral. En menor ocasión, afecta las muñecas, los codos o los tobillos.
Algunos factores como la obesidad, por ejemplo, incrementan el riesgo de osteoartrosis en las rodillas. Diversos estudios señalan que el peso corporal durante los años medios y tardíos parece ser el factor de mayor importancia en cuanto al riesgo de que una persona desarrolle osteoartrosis de las rodillas, durante el periodo de ocho a 12 años antes de que aparezcan los síntomas.
“Es importante conocer la diferencia entre artritis y osteoartrosis. La primera se debe a una respuesta inmunológica del organismo que conlleva a que haya disfunción articular, y la segunda es debido a un desgaste de la articulación, lo que conlleva a aparición de dolor, rigidez, inflamación e hinchazón, enrojecimiento y disminución del líquido sinovial dentro de la articulación afectada”, señaló Rony Calderon, gerente médico para la Franquicia Osteoarticular de Sanofi.