Salud Preventiva. El cuidado bucal infantil, parte de su salud integral

Salud Preventiva. El cuidado bucal infantil, parte de su salud integral

La salud bucodental, se puede definir como la ausencia de dolor, infecciones, caries dental y otros trastornos que limitan en la persona afectada su capacidad de masticar, sonreír y hablar, al tiempo que repercuten en su bienestar psicosocial y en su salud general, fundamental para gozar de una buena calidad de vida.
¿Hasta qué punto es importante la salud bucal en la familia? La salud bucal es importantísima en muchos aspectos:
Desde el punto de vista estético, afecta directamente a nuestra autoestima, nuestro desenvolvimiento social y laboral por ser la sonrisa uno de los primeros rasgos que se captan al mirar un rostro.
Desde el funcional, porque una boca en la que faltan dientes será una boca que no cumple adecuadamente sus funciones, que mastique de forma deficiente, que no pueda pronunciar correctamente algunos sonidos y que probablemente también esté adolorida.
Desde el punto de vista de la alimentación, la boca es el lugar en donde se inicia el proceso de digestión, al triturar los alimentos de manera que el bolo alimenticio pueda continuar su tránsito dentro del resto del aparato digestivo.
Por otra parte, las infecciones que se presentan en la cavidad oral, entre ellas las producidas por la caries dental, la enfermedad periodontal y la gingivitis, entre muchas otras, si no son tratadas adecuadamente y a tiempo pueden derivar en problemas en la salud general del individuo.
Las enfermedades bucodentales más frecuentes son la caries, las afecciones periodontales (de las encías), el cáncer de boca, las enfermedades infecciosas bucodentales, los traumatismos físicos y las lesiones congénitas.
La prevalencia de estas enfermedades varía dependiendo de la región geográfica de que se trate y de la disponibilidad y accesibilidad de servicios de salud bucodental. También tienen mucho peso diversos determinantes sociales. La prevalencia de enfermedades bucodentales está aumentando en los países de ingresos bajos y medianos; en todos los países, la carga de morbilidad por esta causa es considerablemente mayor en las poblaciones desfavorecidas.
En términos mundiales, entre el 60% y el 90% de los niños en edad escolar, tienen caries dental, por lo que se considera la enfermedad bucal más frecuente y está a menudo acompañada de algun tipo de dolor o sensación de molestia.
La importancia de la salud bucal en el crecimiento de los niños. Una buena higiene oral es el factor más importante para evitar la caries y las enfermedades de las encías. Mientras más temprano empieces con la higiene bucal en tu hijo, mejor, ya que durante los primeros meses de vida, el bebé se encuentra en una fase oral pasiva, en la cual disfruta del masaje y manipulación de su boca. La salud oral es una parte integral de la salud general del niño. Existe un gran vacío en la atención a bebés, pues muchas veces no está presente la figura de un odontólogo de cabecera, alguien que te oriente, que vele por la salud bucal de la familia.

 

La primera visita al  odontopediatra. La odontopediatría es la especialidad en la odontología que trata el cuidado preventivo y terapéutico de niños y adolescentes.
En esta etapa podemos prevenir y diagnosticar de forma temprana alguna patología o alteración a nivel de dientes, encías o maloclusiones (de mordida) existentes en el desarrollo de cada niño y corregirlas a tiempo.
El principal objetivo durante el tratamiento dental es dirigir al niño para que su actitud sea positiva frente al tratamiento. Consiguiendo su cooperación y confianza se crea un buen ambiente dental y se logra que el niño se lleve una buena experiencia formando así una base para futuras interacciones positivas con el odontólogo, el equipo y el instrumental odontológico.
Se debe tener presente lo importante que es la primera visita al dentista. Según sea esta experiencia, será su actitud frente a atenciones posteriores, incluso cuando adulto. Por ello es importante visitar al odontopediatra lo más temprano posible, para que en caso de existir daño éste sea detectado cuando esté iniciándose, haciendo así que las sesiones posteriores puedan ser más cortas y menos invasivas.
En esta primera visita, el odontopediatra examinará los dientes, las encías y la mandíbula del niño para comprobar si hay algún problema. Además, los padres recibirán información acerca de la dieta no cariogénica, de la higiene bucal y del manejo de ciertos hábitos bucales como el pacificador (chupete) y la succión digital.
Se recomienda realizar la primera profilaxis profesional en el consultorio dental una vez el niño haya completado la dentición primaria, es decir cuando se haya completado la erupción de las 20 piezas que componen la primera dentición, aproximadamente entre los 2 años y los 3 años de edad.

Se puede prevenir en lugar de curar. La medida más importante para garantizar una adecuada salud dental puede resumirse en un consejo: visitar periódica y regularmente al odontólogo. No se trata de acudir sólo al dentista cuando aparece un problema, se advierte una lesión de caries, o el niño refiere una molestia dolorosa; lo fundamental es visitarlo antes de que surjan alteraciones, precisamente para prevenirlas o para corregir factores que predisponen a ellas.
Los padres deben esforzarse por transmitir al niño una sensación de confianza y seguridad cuando acude al dentista. De esta manera será más fácil para ellos visitar al dentista con regularidad.
Es muy triste que la enfermedad de las caries dental una de las más comunes en el mundo, pudiendo evitarse, siga teniendo tan alta prevalencia. En nuestras manos está llevar a nuestros hijos a controles periódicos, educarnos en este ámbito, controlar su dieta y realizar todas las técnicas preventivas posibles.
Existen poblaciones en las cuales se ha reforzado significativamente la prevención temprana, desde los primeros meses de nacidos, antes incluso de que haga aparición en boca el primer diente del bebé, y gracias a ello se ha visto un marcado descenso de la prevalencia de caries. Sí se puede, de nosotros como padres y como profesionales depende el lograrlo.

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