Doctora Zorianny Saint – Hilaire
Odontóloga. Periodoncia e implantes dentales. Gerencia de Odontología del Hospital General Plaza de la Salud (HGPS).
En la mayoría de los casos nos preocupamos por la salud de los dientes, pero el estado de nuestras encías también es muy importante.
En función del tono de piel de cada persona, el color adecuado que indica una encía sana es rosa pálido; las coloraciones que tiendan a ser rojas nos deben hacer sospechar que puede existir algún problema inflamatorio.
El aspecto de las encías ha de ser parecido al de la piel de la cáscara de naranja; cuando se produce una inflamación de este tejido por bacterias, las encías pierden su apariencia, se presenta una encía enrojecida edematosa.
La inflamación que puede avanzar hasta afectar el hueso que rodea y sostiene los dientes.
Es causada por bacterias, al formarse constantemente sobre los dientes una película transparente y pegajosa.
Si no se elimina diariamente con el cepillado y el uso del hilo dental, la placa se acumula y las bacterias pueden infectar no solo la encía superficial y los dientes, sino también el tejido gingival y el hueso que sostiene los dientes.
Esta puede ser la causa para que los dientes se aflojen, se caigan o que finalmente el odontólogo los tenga que extraer.
Gingivitis. Es la primera etapa de la enfermedad. Es una inflamación de las encías provocada por la acumulación de la placa que, al no ser eliminada, produce toxinas que irritan el tejido gingival. Puede observarse sangrado durante el cepillado, al usar el hilo dental o incluso de manera espontánea.
En esta primera etapa de la enfermedad, el daño puede revertirse, ya que el hueso y el tejido conectivo que sostienen el diente en su lugar todavía no han sido afectados.
La gingivitis puede llevar a una enfermedad mucho más grave, la periodontitis, y a la pérdida de dientes.
Periodontitis. La peor consecuencia de descuidar la gingivitis es que derive a periodontitis, enfermedad infecciosa crónica conocida vulgarmente como piorrea, que afecta al periodonto (los tejidos que rodean, soportan, o sostienen y protegen al diente frente a diversas agresiones, principalmente bacteriana).
En el inicio de la periodontitis las bacterias son esenciales, la progresión y la gravedad de la enfermedad, así como la respuesta al tratamiento, está determinada por otros factores ya sean locales o sistémicos.
Existe una predisposición genética de algunas personas, además de otros factores de riesgo como el tabaco, el estrés o la diabetes mellitus, que aceleran la evolución de la enfermedad.
Como este es un proceso indoloro y precoz, se debe estar muy atento a señales como dientes más largos por la retracción de las encías, movilidad dentaria a consecuencia de la reabsorción del hueso alrededor de los dientes; y como consecuencia final, la pérdida de dientes.
Asimismo, produce halitosis y mal sabor en la boca.
Elementos para una buena higiene oral:
Cepillo dental
Los cepillos con cerdas de nylon suaves limpian de forma efectiva (cuando se usan de forma apropiada).
1. Cepille suavemente la superficie dental externa de dos o tres dientes con un movimiento de barrido de adelante hacia atrás; mueva el cepillo al próximo grupo de dos o tres y repita.
2. Mantenga un ángulo de 45 grados con las cerdas en contacto con la superficie dental y la encía.
3. No olvide cepillar también su lengua de adelante hacia atrás para eliminar las bacterias causantes del mal aliento.
4. Se deben reemplazar los cepillos cada 3 a 4 meses.
Dentífrico (pasta dental)
Ayuda a limpiar y pulir la superficie dental.
Hilo dental
Es la herramienta más recomendada para eliminar la placa bacteriana de las superficies dentales proximales.
Cepillos interdentales
Se usan para eliminar desechos de placa microbiana entre dientes.
Colutorios
Después del cepillado y el uso de hilo dental, puede ser conveniente utilizar enjuague bucal.