Salud Preventiva. Laboratorio clínico y banco de sangre del HGPS, clave en el diagnóstico médico

Salud Preventiva. Laboratorio clínico y banco de sangre del HGPS, clave en el diagnóstico médico

La atención en salud necesita de la interacción de diferentes especialidades médicas y el laboratorio clínico representa una herramienta diagnóstica indispensable que sirve de soporte en la prevención, diagnóstico y seguimiento de la evolución de las enfermedades y del efecto que tiene el tratamiento sobre ellas, ya que un alto porcentaje de las decisiones clínicas dependen de los resultados de las pruebas de laboratorio.

Enfermedades como la diabetes, pueden ser detectadas de manera precoz, ayudando a disminuir los efectos dañinos que estas producen y que van en aumento según pasa el tiempo si no se realiza un diagnóstico y tratamiento oportuno (a tiempo).

Es aconsejable monitorear anualmente nuestro estado de salud, y es el médico quien recomienda las pruebas pertinentes a realizar, según la condición del paciente.

Entre las pruebas más solicitadas de forma rutinaria se encuentran:

-Hemograma o biometría hemática, que constituye una prueba de rutina básica de gran utilidad para el estudio de presencia de anemia y procesos infecciosos, mediante la toma de muestra de sangre. Incluye la determinación de los parámetros de los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

-Examen de orina completo, útil para detectar un problema de salud relacionado con el sistema renal y de las vías urinarias mediante la evaluación física, química y microscópica de la orina.

-Coprológico, para la investigación de parásitos en las heces fecales.

-Glicemia, que permite medir en sangre la cantidad de un azúcar llamado glucosa para descartar o afirmar un diagnóstico de diabetes.

-Pruebas hepáticas, incluyen las transaminasas AST y ALT, fosfatasa alcalina, bilirrubina y en caso de sospecha de hepatitis la determinación de hepatitis B y C. También son de utilidad en el seguimiento de pacientes en tratamiento con medicamentos que se eliminan por vía hepato-biliar.

-Pruebas para evaluar la función renal, incluyen nitrógeno ureico (urea), creatinina, proteínas totales y ácido úrico. También son de utilidad en el seguimiento de pacientes que llevan un tratamiento con medicamentos que se eliminan por vía renal.

-Pruebas para evaluar la tiroides, incluyen T3, T4, T4 libre y TSH.

-Perfil de lípidos, incluye triglicéridos, colesterol total, colesterol HDL, LDL y VLDL.

-Estudio de la coagulación. Incluye determinación de TTP (tiempo de tromplastina parcial activada), TP (tiempo de protrombina) y fibrinógeno.

La atención en salud tanto individual como de la población en general ha llevado al desarrollo de un número creciente de técnicas de laboratorio y a la mejora continua de los métodos diagnósticos, basando la atención en actividades dirigidas a garantizar servicios de salud accesibles y de mayor calidad, fomentando la cultura preventiva y seguridad al paciente.

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El ayuno y otras recomendaciones

Durante el ayuno solo está permitido tomar agua, no café, té ni bebidas dietéticas. No se permite la ingesta de ningún otro líquido y nada sólido durante el período de ayuno.

Habitualmente, se recomienda un período mínimo de ayuno para la toma rutinaria de sangre que varía según la prueba. Se requiere un ayuno de ocho horas para las pruebas de ácido fólico, glicemia, hierro sérico, fósforo, insulina, prolactina, PTH, vitamina B12 y doce horas de ayuno para las pruebas de colesterol HDL y LDL, triglicéridos, lípidos totales y fosfolípidos entre otros. Para lograr un ayuno mínimo de doce horas el paciente debe terminar de cenar a las 8:00 de la noche aproximadamente, si piensa acudir al laboratorio a las 8:00 de la mañana.

Es importante, además, evitar la toma de muestra de sangre después de períodos muy prolongados de ayuno (por encima de las 16 horas) y en el caso de pruebas que no requieran ayuno, se recomienda realizarlas al menos 2 horas después de la ingesta de alimentos.

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