Salud Preventiva. Los problemas gástricos más comunes en el país

Salud Preventiva. Los problemas gástricos más comunes en el país

Los problemas gástricos están entre las afecciones más comunes en la población. El estrés, la comida rápida en la jornada laboral, el taponamiento del tránsito, el tabaco, el alcohol, entre otras, pueden ocasionar enfermedades gástricas.

Las más frecuentes son gastritis, dispepsia, reflujo gastroesofágico y úlcera péptica.

La gastritis significa inflamación del revestimiento del estómago. Responde a causas muy variadas que rompen el equilibrio que normalmente existe entre los mecanismos de protección y los de agresión (ácido clorhídrico versus producción de moco y bicarbonato).

La dispepsia es un dolor o una sensación incómoda en la parte superior media del abdomen. El dolor podría aparecer y desaparecer; por lo general está presente la mayor parte del tiempo.

El reflujo gastroesofágico ocurre cuando un músculo que está al final del esófago no se cierra adecuadamente y eso permite que el contenido del estómago regrese o haga reflujo hacia el esófago y lo irrite.

La úlcera péptica es una “llaga’’ en el revestimiento del estómago o el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado.

Las enfermedades digestivas son trastornos del aparato digestivo, que está compuesto por el esófago, el estómago, el intestino grueso, el intestino delgado, el hígado, el páncreas y la vesícula biliar. Las primeras manifestaciones de problemas gástricos pueden comprender distensión, acidez gástrica, náuseas y vómitos; problemas para deglutir y aumento o pérdida de peso.

Causas de la gastritis. La gastritis es etiológicamente multifactorial; se observa que en un solo paciente pueden intervenir múltiples factores tanto exógenos como endógenos, de los que el más común es la infección por Helicobacter pylori.

Prevención de la gastritis.

1.- Evitar el consumo prolongado de irritantes como la aspirina, los medicamentos antiinflamatorios y el alcohol.

2- Masticar adecuadamente -y despacio- los alimentos.

3- No acostarse inmediatamente después de comer.

4- Evitar consumir alimentos con mucha grasa.

5- Ingerir poca sal.

6- Consumir bebidas fermentadas, yogur o que tenga algún tipo de probióticos.

7- Hacer meriendas entre las tres principales comidas, ya que la ausencia de alimentos por mucho tiempo, genera mayores ácidos en el estómago y, en consecuencia, el desarrollo de gastritis.

Las claves

Clasificación de la gastritis

Se utiliza el sistema Sydney para la clasificación de gastritis. Entre ellas tenemos:

1. – No atrófica. Esta es ocasionada por Helicobacter pylori. También se le conoce como gastritis superficial, gastritis antral difusa, gastritis antral crónica, intersticial-folicular, hipersecretoria y tipo B.

2. – Atrófica. Puede ser de dos tipos:

A) La autoinmune, ocasionada por autoinmunidad, también conocida como tipo A, difusa corporal y asociada a anemia perniciosa.

B) La atrófica multifocal, ocasionada por Helicobacter pylori, factores ambientales y dieta, llamada igualmente gastritis tipo B y metaplásica.

3. – Formas especiales. Aquí tenemos las producidas por químicos, radiación, linfocítica; enfermedades granulomatosas no infecciosas; eosinofílica y las causadas por otras infecciones (virus, hongos).

Procedimientos médicos para su diagnóstico

Los problemas gástricos más frecuentes: gastritis, reflujo gastroesofágico y úlcera péptica, pueden ser diagnosticados a través de una endoscopía digestiva del tracto gastrointestinal superior y toma de biopsia de la mucosa gástrica con un tubo flexible que posee una luz y cámara en su extremo distal que entra a través de la boca para observar esófago, estómago y duodeno. Este procedimiento se realiza con sedación o anestesia asistida.

En el HGPS contamos con una Unidad de Endoscopía Digestiva con equipos endoscópicos de alta resolución; así como un endosonógrafo para diagnóstico preciso de lesiones submucosas vistas en la endoscopia gástrica y su abordaje terapéutico si fuere posible.

Para el diagnóstico es necesario hacer un examen físico, además de conocer los síntomas y antecedentes clínicos. En los pacientes que presentan acidez gástrica frecuente se debe realizar un control de pH durante 24 horas; en este examen se coloca una sonda en el esófago para registrar el nivel de acidez en la parte inferior.

Además puede realizarse una manometría, que es una prueba que mide la presión muscular en la parte inferior del esófago y se usa para determinar el funcionamiento de la motilidad esofágica.

Además, está la curva de gastrina, que se utiliza para diagnosticar enfermedades producidas por hipersecreción acida (Zollinger-Ellison).

Existen marcadores tumorales para el diagnóstico de neoplasias en el aparato digestivo que son de gran ayuda; entre ellos están el CEA, CA 19-9, AFP, CA 72-4 y CA-125.

Dieta idónea para aliviar los síntomas

Se calcula que la infección por Helicobacter pylori afecta a la mitad de la población mundial, con mayor prevalencia en países en vías de desarrollo, llegando hasta el 90 % asociado a niveles socioeconómicos bajos y se adquiere a edades más tempranas en comparación con los países desarrollados. Todas las personas que presentan esta bacteria desarrollan gastritis; de un 15 % a un 20 % presentan úlcera péptica y menos del 1% adenocarcinoma gástrico.

El Helicobacter pylori es una bacteria descubierta en 1983 que infecta la mucosa del estómago y el duodeno. Está relacionada con el origen de enfermedades gastrointestinales como gastritis crónica, úlcera gástrica o duodenal y con algunos tumores. La vía de transmisión parece ser a través del agua o alimentos crudos, o por contacto directo de boca a boca propagándose entre las personas que conviven o comparten comida.

Tratamiento. Las gastritis crónicas asintomáticas no requieren tratamiento. En los pacientes sintomáticos se debe individualizar el manejo. En caso de que exista Helicobacter pylori se debe administrar inhibidores de la bomba de protones asociado a antibióticos. Si existe anemia por niveles bajos de hierro, se indicará hierro para restablecer los depósitos. En las atrofias gástricas con niveles bajos de vitamina B12, se administrará esta vitamina de forma periódica.

Existen algunas normas dietéticas que mejoran los síntomas de estos pacientes, como por ejemplo evitar las grasas, las salsas, el picante, las especias así como realizar cinco tomas alimenticias diarias.

ZOOM

Hernia hiatal

Colecistitis

Enfermedades inflamatorias de intestino (Crohn, colitis ulcerativa)

Estreñimiento

Diarreas por parásitos, bacterias y virus

Pancreatitis

Reflujo duodeno-gástrico de ácidos biliares

Gastroparesis de la diabetes

Cálculos biliares

Dispepsia no ulcerosa

Intolerancia a alimentos

Enfermedad de malabsorción

Embarazo

Trastornos de la motilidad gástrica

Pólipos gástricos

Insuficiencia renal crónica

Enfermedades endocrinas

Insuficiencia cardiaca congestiva.

Preguntas frecuentes
Consultorio de medicina preventiva
vivir@hoy.com.do

1.- ¿La gastritis se cura?

Sí, la gastritis es la inflamación del revestimiento del estómago, y cuando se identifica el agente agresor, se administra el tratamiento específico y se obtiene la cura, si no, se puede lograr una mejor calidad de vida en el paciente.

2.- ¿Qué es el Helicobacter pylori, una bacteria o un parásito?

El Helicobacter pylori es una bacteria en forma de espiral que vive en el estómago y en el duodeno. Produce daño en la mucosa gástrica cuando hay alteración o trastorno de los mecanismos de defensa del estómago.

3.- ¿La gastritis puede producir cáncer?

La gastritis puede ser aguda o crónica. Todo paciente con gastritis crónica con metaplasia e infección por Helicobacter pylori necesita seguimiento periódico porque ésta es una bacteria oncógena; es decir, produce cáncer, pero puede erradicarse con distintos tipos de antibióticos. La anemia, pérdida de peso y falta de apetito son síntomas significativos y debemos estar alerta si se presentan. En tal caso se debe acudir a un especialista es gastroenterología.

Glosario médico

Inhibidores de bomba de protones: Fármacos que inhiben la secreción de ácido clorhídrico en el estómago (omeprazol, pantoprazol, lanzoprazol).

AINES: Agentes antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, ibuprofeno).

Acalasia: Trastorno del esófago donde el músculo al final del esófago no se relaja lo suficiente para que se abra.

Disfagia: Problemas para tragar alimentos líquidos o sólidos causados por una obstrucción o lesión del esófago.

Distensión: Pesadez o hinchazón en el abdomen.

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