Salud Preventiva. ¡Ojo con las alergias a alimentos en Navidad!

Salud Preventiva. ¡Ojo con las alergias a alimentos en Navidad!

Tiempo de Navidad, tiempo de compartir, tiempo de organizar actividades para festejar con amigos y familiares, tiempo cuando hay un derroche de color y sabor para marcar como un momento inolvidable el que se comparte con cada uno de los convidados.

Este compartir se caracteriza por la vistosidad en los platos y las numerosas combinaciones de alimentos mezclados entre sí con que se celebra, con el propósito de crear exquisitos manjares, como símbolos de abundancia y que al ser degustados sea una experiencia única, cargada con esa alegría mágica que se percibe en estos momentos cada fin de año.

Por esta variedad de combinaciones de alimentos es que el consumidor debe prestar atención y valorar las posibles alergias e intolerancias alimentarias capaces de ser provocadas por esas 120 sustancias identificadas que podrían formar parte en la elaboración de sus platos. Es muy probable que estas pudieran pasar como una simple indigestión, o una intoxicación, y es de suponer que los comensales con conocimiento de su especial condición de padecer alergias o intolerancias logren controlarlas con automedicación, y ante la persistencia de los síntomas y/o severidad de los mismos, decidan buscar asistencia médica, pero hay quienes no saben que son alérgicos.

Estudios realizados en la población europea, revelan una prevalencia de alergias e intolerancias alimentarias, entre 1-2 % en la población adulta y un 8 % en la población infantil, con una proyección a ir en aumento, lo que indica la responsabilidad de ofrecer salud a toda su población por igual. Sin duda existen factores genéticos que contribuyen al desarrollo de alergias, como intolerancias alimentarias. hay estudios que sugieren factores responsables como son los medioambientales y demográficos. Los alimentos que se han identificado como responsables de causar alergia alimentaria son: maní, los frutos secos, huevos, pescado, leche de vaca y sus derivados, crustáceos, moluscos, mariscos, la soja y los cereales que contienen gluten.

Estos estudios señalan que este patrón varía en Europa y otros países del mundo.

Un estudio realizado por Euro Prevall descubrió que las frutas como el melocotón y los frutos secos (avellanas, nueces etc.) eran las fuentes alergénicas más habituales, a menudo en asociación con el polen. Otras frutas que menciona el estudio son melones, manzanas, piñas… Cuando estos alimentos son consumidos, pueden desencadenar procesos alérgicos en aquellos individuos que tienen esa condición inmunológica. Los síntomas se pueden presentar tanto en el sistema respiratorio, como en la piel, la boca, los ojos o el sistema digestivo. Los síntomas gastrointestinales presentados tras la ingestión del alimento pueden desencadenar la reacción alérgica, como diarrea, nauseas, vómitos o cólicos; también la picazón de boca o garganta puede relacionarse con procesos de indigestión, intoxicación, intolerancias y no ser un proceso alérgico.

Es importante que el consumidor adquiera la capacidad de no exponerse a grupos de alimentos que provocan alérgica, como también evitar productos en cuyas etiquetas no aparezca los componentes, debido que muchos de ellos forman parte en los coadyuvantes de elaboración, aditivos y disolventes, que representan las causas más habituales o graves de hipersensibilidad a los alimentos.

ZOOM

El consumidor debe exigir que las empresas alimentarias garanticen la identificación de peligros potenciales de cualquier orden y controles que fortalezcan la seguridad y calidad de sus estándares, en los productos que ofertan para cumplir con la legislación vigente.
Es recomendable que al momento de preparar sus platos trate de elaborarlos con la menor combinación de alimentos posibles. Por supuesto, si usted presenta alguna condición de alergia o intolerancia debe evitar los alimentos considerados alergénicos; también debe procurar describir siempre a sus invitados los ingredientes utilizados en la elaboración del menú, no elaborar sus platos utilizando productos en cuyas etiquetas no aparezcan los componentes, o le surja alguna duda acerca de las posibles sustancias alergénicas.

Para diferenciar las alergias alimentarias de las intolerancias basta saber que la primera es una reacción provocada por determinadas sustancias, como las proteínas, contenidas en un alimento específico. Esta proteína se convierte en un alergeno o antígeno capaz de hacer reaccionar al sistema inmune, produciendo anticuerpos, que a su vez provocan la formación de sustancias químicas, llamadas histaminas, responsables de los síntomas propios de las alergias. Por su parte, la intolerancia alimentaria se debe a un problema metabólico y no del sistema inmune.

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