Salud: propiedades medicinales atribuidas a la menta

Salud: propiedades medicinales atribuidas a la menta

Prevenir. 

La menta crece en todas las regiones del mundo pero es, como muchas otras plantas medicinales, originaria de la región mediterránea y fue el imperio romano quien se encargó inicialmente de transportar la menta hacia distintos lugares para posteriormente convertirse por sí misma, gracias a sus diversas propiedades, en una hierba muy popular.

Y es que las hojas de menta tienen propiedades que fortalecen el corazón y en general el sistema cardiovascular, contribuyendo a un flujo sanguíneo adecuado.

Utilización. Uno de los usos más comunes de la menta es como té, y se debe a sus propiedades para el tratamiento de cólicos, mareos, náuseas e incluso para controlar los vómitos.

Las hojas de menta también son benéficas para el tratamiento de dolores de cabeza.

La menta posee gran cantidad de vitaminas y minerales, especialmente en sus hojas, y así mismo tiene propiedades que ayudan en el proceso digestivo.

Uno de los beneficios más conocidos es que, gracias a su contenido de mentol, ayuda a liberar las vías respiratorias. Pero las hojas de menta poseen además propiedades antisépticas que ayudan a refrescar el aliento, matando las bacterias que lo producen.

Come a la misma hora diariamente

Sentarte a la mesa un día a las dos de la tarde y otro a las cuatro no es nada conveniente porque no existe regularidad. Si no llevas un horario de comidas, tu organismo se volverá “loco” y el proceso digestivo se ralentizará, de modo que acostúmbrate a unas horas de comida y mantenlas siempre que puedas. De esta forma, tu cuerpo tenderá a pedirte alimento solo cuando de verdad lo necesite. Requerirá un poco de tiempo para regularse, pero poco a poco lo irás notando.

Además, aunque tú no lo percibas, el organismo humano funciona en parte como el de los animales: necesita alimentarse durante el día y dejar descansar el estómago durante la noche.

En la salud

Efectos de la fibra

La fibra ayuda a prevenir el estreñimiento y los problemas relacionados como las hemorroides o el cáncer de intestino. También es fundamental para la diabetes, los problemas cardiovasculares (por su reducción del colesterol) y para adelgazar, porque su efecto saciante nos quita el hambre.

Mantén recta

Tu espalda

Mantener la columna vertebral recta ayuda a restablecer el equilibrio de los huesos, músculos y ligamentos que forman la espalda. Así evitarás los dolores causados por una mala postura a lo largo del día.

Toma vitaminas C y B12

La vitamina C aumenta las defensas, incrementa la absorción del hierro y ayuda a sintetizar el colágeno en la piel; la vitamina B12 combate la fatiga y protege del infarto y el Alzheimer. Se encuentran en pomelos, fresas, verduras de hoja verde, pimientos, cereales, papas…

Duerme lo que tu cuerpo necesite

No dormir lo suficiente provoca alteraciones de salud, como ansiedad y depresión. Los adultos necesitan entre 6 y 8 horas de sueño para reponerse cada día. Debes respetar tus ciclos de sueño, e intentar saltártelos lo menos posible.

Para conciliar mejor el sueño intenta no hacer deporte antes de ir a dormir, cena 2-3 horas antes de acostarte y procura no beber alcohol por la noche. Las personas con una buena calidad del sueño viven más años y gozan de mejor salud a lo largo de su vida.

Tecnología, pero con moderación

Prevenir.

Los móviles, los ordenadores, la televisión y otros electrodomésticos forman parte del día a día en los países industrializados.

Las investigaciones sobre su impacto en la salud no han podido ir al mismo ritmo y, de hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha llegado aún a resultados concluyentes sobre cuánto tiempo de exposición empieza a ser perjudicial. Pero lo que es cierto es que todos estos aparatos crean campos electromagnéticos.

Celulares y salud. El uso del móvil, por ejemplo, ha suscitado polémica a raíz de estudios que asociaban su abuso con la aparición de tumores hematológicos o en el sistema nervioso central, y lo mismo ha ocurrido con las antenas situadas en los edificios, respecto a las cuales hay evidencias de que parecen incrementar estas patologías, sobre todo en niños.

Y todos los que trabajan con ordenador saben que su abuso está relacionado con un aumento de patologías músculo-esqueléticas (tensión, contracturas…) y dolores de cabeza.

Así que tomemos algunas medidas: respecto al teléfono móvil: no facilitárselo a los menores de edad o controlar el tiempo de uso; y en cuanto al microondas, en espera de evidencia más concluyente, lo mejor es situarlo en una zona aislada de la cocina.

Cortos de salud

Aire puro

Toma contacto con el medio natural y vive sin estrés

Las personas que pasan tiempo en parques, bosques o cualquier otro lugar cargado de flora y fauna acumulan menos tensión nerviosa. Los lugares naturales relajan la mente, evitan conflictos con otras personas y sirven para controlar los impulsos. Aprovecha la hora del almuerzo para acercarte al parque más cercano.

Y por lo menos dos veces al mes trata de ir a la montaña o a la playa.

Alimentación

Come de forma inteligente siempre que puedas

Elige hidratos de carbono de absorción lenta (pasta, arroz, legumbres y papas), que llenan más y durante más tiempo; rechaza los platos preparados, elige antes un bocadillo que un plato congelado; reduce las grasas saturadas (carne roja, mantequilla, leche entera, embutidos, paté, bollería industrial…) no solo para no engordar, sino para evitar el colesterol elevado y sus daños sobre la salud.

Muévete

¿Tu problema es la falta de tiempo para hacer deporte?

Estudios recientes han demostrado que para obtener los beneficios saludables que el ejercicio moderado ejerce sobre el organismo, hay que realizar entre 30 y 40 minutos de actividad física diaria. La buena noticia es que no tienen que ser seguidos. Puedes repartirlos en tandas de 10 minutos a lo largo de la jornada.

Comer de noche

Beneficios de las proteínas de acción nocturna

Muchos nutricionistas aseguran que comer proteínas por la noche ayuda a adelgazar, porque sus calorías no se destinan fundamentalmente a la energía y, en cambio, las proteínas estimulan el catabolismo de las grasas durante el descanso nocturno, es decir, “quema” grasas. Si durante la noche no se consumen proteínas pueden aparecer alteraciones del sueño y descenso del metabolismo.

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