TAMBORIL. El agua para consumo humano almacenada en las cisternas y tinacos del proyecto habitacional Invi de la comunidad de Carlos Díaz, no estaba descontaminada, según el análisis que hicieron inspectores del Ministerio de Salud Pública, quienes echaron cloro al líquido, con el objetivo de eliminar posibles bacterias.

El dirigente comunitario José María Cruz, dijo que en los últimos días más de 50 personas han tenido problemas de salud, a causa de diarrea y otros síntomas parecidos a los del cólera, al igual que otras personas de barrios cercanos que tuvieron que ser llevadas a los centros de salud.

«Muchas personas creen que es cólera. Hasta ahora los inspectores de Salud Pública están haciendo pruebas con el agua y vemos que no esta cloridificada, no tiene nada, nada de cloro.

Esta no es agua que las personas la utilicen para tomar, pero sí para bañarse y hacer los quehaceres del hogar», dijo Cruz.

En este proyecto habitacional, Eduard Ramón Peña, de 30 años, murió la madrugada de este martes, empero, Cruz aclaró que el occiso padecía problemas renales y de diabetes, y descartó que haya fallecido por cólera.

El director del hospital Ico Martínez, en este municipio, Raúl Cruz, informó que en el segundo día de está semana los casos de diarrea había disminuido en más de un 50%.

Autoridades locales. El alcalde Anyolino Germosén dijo que las autoridades locales están haciendo esfuerzos por educar a la población en el manejo del agua, sobre todo, del consumo humano.

“Con el Ministerio de Salud, estamos realizando operativos de limpieza. Este martes ya hemos dado charlas en ocho escuelas y continuaremos permanentemente dando auxilio a los residentes en los sectores más afectados.

Coraasan. La Corporación del Acueducto  y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), informó que sus muestras de laboratorio de las redes acuíferas de este municipio, han resultado exentas de contaminación, pero que se han reforzado las medidas de monitoreo y aumentando la dosificación de cloro al máximo permitido por las normas.

“Las intensas lluvias, la crecida del río Licey y sus afluentes, provocaron un derrumbe del colector de aguas residuales en la cercanía del puente de la carretera de la comunidad de Canca. Los escombros afectaron la tubería de agua potable de la zona, que fue sacada de servicio.