MOCA. En medio de violentos enfrentamientos entre agentes policiales, militares y una multitud que se oponía al cierre de negocios de ventas de muestras médicas, la secretaría de Salud Pública clausuró en este municipio unos  30 establecimientos y se incautó de miles de medicamentos.

Como parte del operativo, que se  inició en el perímetro que conforman las calles  Corazón de Jesús, José Dolores Alfonseca y 16 de Agosto, las autoridades penetraron a la fuerza a los negocios, ante la negativa de abrirlos por parte de sus propietarios.

Los fármacos decomisados fueron enviados a la capital en tres camiones de la Dirección General de Aduanas.

Mientras, los manifestantes que rechazaban los allanamientos fueron dispersados por las autoridades con  bombas lacrimógenas, que afectaron también a los estudiantes del Colegio María Auxiliadora, algunos de los  alumnos fueron ingresados a centros médicos.

En el enfrentamiento entre las autoridades y los residentes fueron detenidas varias personas que rechazaban la medida adoptada contra la forma de distribución de los fármacos.

 Se dijo que los ciudadanos fueron dejados en libertad horas más tarde. Los agentes de la Policía y el J-2, estuvieron acompañados  de la procuradora adjunta, adscrita a Salud Pública,  Anibelca Guzmán.

La medida adoptada por Salud Pública obedece a denuncias recientes, sobre la muerte de dos personas luego  que se les administrara  un antibiótico  vendido como antitetánica.

El presidente de la Asociación de Puestos de Medicinas de Moca, Marcelino Trinidad, dijo que los cientos de negocios instalados en esa provincia tienen más de 40 años funcionando, y generan miles de empleos directos e indirectos.

Carmen Yapur y Francisco Rodríguez Pérez, moradores que adquieren medicamentos en esos negocios, informaron que la población de menos recursos los compra más barato que en las farmacias.

Los dueños de puestos de venta de medicinas  al parecer se enteraron  que las autoridades procederían a la clausura de sus negocios, por lo que optaron por no abrir sus puertas, lo que obligó a que   los negocios fueran abiertos por las autoridades, quienes procedieron a la incautación de los medicamentos. 

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Controversia

Desde muy temprano las áreas donde operan la mayor parte de los negocios   estuvieron militarizadas, a pesar de que los establecimientos estaban cerrados. La medida de las autoridades provocó una fuerte oposición de los dueños de negocios y de los moradores, quienes antes de ser dispersados, marcharon por varias calles con la consigna “si cierran los negocios de medicinas aquí habrá candela”.

La defensa.

Defendieron las ventas de medicinas  alegando que no son falsificadas. Dicen  venden a un precio más bajo que en farmacias,   reconocen que el negocio  no es legal.

Niños afectados

Una nota de la agencia de prensa Efe da cuenta de que al menos 12 niños y varios adultos se desmayaron  a consecuencia de los gases lacrimógenos lanzados por la Policía a manifestantes que trataron de impedir el decomiso de  los fármacos supuestamente adulterados y reetiquetados.

La información precisa que  varias de las bombas lanzadas por los policías cayeron en el colegio católico María Auxiliadora,  donde los estudiantes sufrieron los síntomas de asfixia que determinaron su ingreso en centros médicos del lugar, informó la directora del recinto educativo, Sor Mery.

La religiosa criticó la actuación de las tropas policiales y consideró que no tomaron las medidas adecuadas ante el hecho de que el colegio se encuentra a pocos metros del lugar donde reprimieron las protestas.

“Aquí estudian más de 300 niños que nada tienen que ver”, refirió Sor Mery, molesta, según la nota, por la situación que acarreró malestar entre sus estudiantes.

La situación se produjo cuando un contingente de policías, en coordinación con autoridades aduaneras, requisaron decenas de establecimientos donde se venden fármacos supuestamente falsificados.

De acuerdo con la información servida por Efe, el portavoz de los comerciantes que se dedican a la venta de medicamentos en Moca, Jhovanny Campo, negó que  sean alterados como alegan las autoridades.

En cambio, aseguró que muchas de  esas medicinas tienen sus registros legales.