El Ministerio de Salud Pública informó hoy que suman siete los casos sospechosos de difteria notificados por el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, de los cuales cuatro ya han sido descartados por no presentar los signos característicos de la enfermedad.

El director de gestión de la población de la institución, José Manuel de Jesús Puello Montero, explicó en rueda de prensa que algunos de los pacientes fueron descartados de manera clínica, por no presentar los síntomas, y otros por los exámenes realizados al respecto.

Puello Montero citó que entre los casos descartados está el pastor de 72 años de edad quien murió luego de ser llevado a un centro de salud privado en La Romana, y que ayer se informó que en los hallazgos de la necropsia no presentaba evidencia macroscópica de que se tratara de la enfermedad diftérica.

Agregó que en lo referente al cultivo que se realizó al cadáver, también resultó negativo a la presencia de esa bacteria.

Indicó además, que se descartó la niña de cinco años que había sido notificada en la comunidad de San Luis, en el municipio de Santo Domingo Este; un niño de 10 años de Santo Domingo Norte y un niño de tres años notificado en Palenque, en la provincia San Cristóbal.

Niños de 4 años. Puello Montero dijo que todavía están a la espera del estudio que confirmaría o no la presencia de la bacteria en el niño de nacionalidad haitiana que murió el pasado domingo y que, a su juicio, es el caso más importante.

«Es necesario que se tome en consideración que el proceso de cultivo del laboratorio para confirmar la presencia de la bacteria, se toma su tiempo», señaló.

Sostuvo que el fortalecimiento que tiene la vigilancia epidemiológica ha contribuido a que los equipos locales del Ministerio de Salud puedan desarrollar las acciones pertinentes en los lugares donde residen los casos notificados.

En ese sentido, aseguró que se han realizado acciones de profilaxis y vacunación, completando esquemas a los contactos cercanos a los pacientes que se han notificado como sospechosos.

Explicó que se tiene por contactos a todas personas que ha dormido en la misma casa durante la cinco noches antes del inicio de los síntomas, así como a cualquier persona que esté a una distancia menor de un metro por más de una hora, durante los cinco días previos al inicio de la enfermedad.

Entre ellos están los familiares, amigos, vecinos, cuidadores del paciente, así como el personal médico que está expuesto a secreciones orales o respiratorias del paciente.