Salud: reto de Danilo

Salud: reto de Danilo

Escuchamos con suma atención el discurso de juramentación pronunciado en el Congreso Nacional por el presidente licenciado Danilo Medina Sánchez el 16 de agosto de 2012.  Fue una pieza oratoria esperanzadora y optimista, cargada de buenas intenciones, con argumentos muy bien fundamentados. 

Los planes a ser ejecutados en el cuatrienio  2012-16 colocarían a nuestro jefe de Estado en un lugar de honor sin precedentes en la historia republicana. Entre los compromisos asumidos durante su disertación destacamos uno muy especial, contenido en el siguiente párrafo: “Honorables asambleístas e invitados. La mortalidad materna y la mortalidad infantil, no obstante los grandes esfuerzos y logros de la administración anterior, por los cuales merecen nuestro reconocimiento, continúan siendo un reto nacional.

Desde hoy anuncio mi firme decisión de hacer frente a esta situación y de convertirla en una prioridad fundamental para nuestro sistema de salud. Nos comprometemos a lograr que en el 2015, la tasa de mortalidad materna haya descendido por lo menos a 50 por cada 100,000 nacidos vivos, y nuestra mortalidad en menores de un año será menor a 15 por mil nacidos vivos”.

¡Tremendo reto! Como decimos en el argot popular: el que tenga las lágrimas hondas debe empezar a llorar temprano. Desde ya nos atrevemos a sugerirle públicamente al ministro de Salud, arrancar con un programa de autopsias para cada una de las muertes hospitalarias de embarazadas, parturientas y niños.

Una vez completada cada necropsia deberá llevarse a cabo una auditoría clínico patológica en donde se discutan los pormenores del caso, a fin de analizar con objetividad científica las causas que generaron el deceso de la persona. Dicho ejercicio académico servirá para educar a médicos, enfermeras y demás trabajadores de la salud acerca del manejo óptimo y oportuno de pacientes, evitando en lo futuro similares fallecimientos.

Debe existir una permanente vigilancia nacional que garantice los estudios post mortem y que los resultados de esos ejercicios clínico patológicos sean  compartidos y diseminados a través de redes de internet  a todas las maternidades y hospitales infantiles del país. El Ministerio de Salud cuenta con un Instituto de Patología Forense que lleva decenas de años realizando autopsias clínicas sin que los resultados de dichas experticias se utilicen lo suficiente para retroalimentar a las instituciones en donde han acaecido esas defunciones. En el caso de las muertes maternas hospitalarias sabemos que la mayoría se deben a trastornos hipertensivos del embarazo, infecciones y sangrados. 

Los niños van a los cementerios a causa de prematuridad, infecciones, trastornos congénitos y accidentes. Estamos de acuerdo con el Presidente en que se puede reducir la mortalidad materno infantil a las cifras ansiadas. Ello requiere de recursos oportunos, trabajo, disciplina y una vigilancia continua las veinticuatro horas y los siete días de la semana. Solo nos resta decir: ¡Manos a la obra!

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