Recientemente, el distinguido profesor y amigo José Dionisio Soldevila dio a conocer un ingenioso y subjetivo artículo, en este mismo diario, donde planteó la posibilidad real de que la maltrecha salud del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, doctor Fidel Castro Ruz, fue recuperada o mejorada satisfactoriamente por la vía de los novedosos avances terapéuticos que se están logrando a partir del uso de las células madres maduras.

¿Es posible esto? Creo que sí. Ahora bien, caben algunas interrogantes que nos permitirán despejar cualquier tipo de dudas al respecto. ¿Qué son las células madres maduras? Como su nombre lo indica son las células primarias que integran los diversos tejidos del cuerpo humano embriológicamente hablando. En efecto, estos tejidos forman órganos y sistemas. Estas células tienen la capacidad de diferenciarse, vale decir, sufrir un proceso continuo de cambios hasta llegar a convertirse en otros tipos de células, que a su vez pueden coadyuvar a regenerar o formar nuevos tejidos, órganos y sistemas.

¿Por cuáles vías se adquieren estas células madres? Existen dos formas o manera de adquirirlas. Primero, por una vía invasiva que implica abordar quirúrgicamente la médula ósea para tomar células madres maduras, la cual tiene sus riesgos y altos costos. Segundo, de una manera conservadora que consiste en guardar o preservar los dientes de leche, residuos o temporarios de los niños. Este método tiene su protocolo y especificaciones.

¿Sabía usted que los dientes de leche de sus hijos contiene una única fuente de células madres maduras o adultas, células que se pueden guardar para que en un futuro sean utilizadas para el tratamiento de algunas enfermedades generales?

¿Cómo se conservan y cuáles son los dientes más indicados o propicios para estos fines? Pues bien, sabemos como profesional de la salud bucal que los dientes de leche o temporarios de nuestros niños poseen células especializadas que pueden ser procesadas y conservadas por el método de la crío-preservación, vale decir utilizando el frío para conservarla y luego darle un uso terapéutico adecuado en el tratamiento de enfermedades neurológicas, como el Mal de Parkinson y el Alzheimer. Así como algunas Endocrino-metabólicas como la diabetes juvenil y otras de carácter cardiovascular que afectan el funcionamiento del corazón. Se pueden utilizar también en la terapia de cierto tipo de cáncer, según los investigadores consultados.

Los científicos afirman que los dientes de leche, sobre todo los incisivos superiores e inferiores, estos son el central, el lateral y el canino, los cuales poseen una única fuente de células madres adultas. Desde el año 1989 se viene aplicando las terapias con células madres; en el año 2003, el doctor Song Tao Shi, un odontopediatra del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, en Maryland, descubrió las aplicaciones terapéuticas a partir de estas células.

El uso y sus aplicaciones terapéuticas de estas células madres a partir de los dientes de leche de los niños es solamente válido para la cadena familiar del niño donante. Esto significa, que puede tener acción curativa en sus padres, hermanos, abuelos y nietos. En la actualidad, en el país existe una compañía dedica a difundir y mercadear los conocimientos y resultados de esta línea de investigación científica; a manera de un Banco de Células Dentales, motivando a los profesionales de la salud bucal y a los padres acerca de la importancia y los beneficios futuros de esta nueva vía o forma de curar.