Salud y belleza
La caridad embellece el alma

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Con las precariedades que este mundo está viviendo la mayoría ha olvidado practicar la caridad o el acto de compartir lo que tenemos. Aún con lo poco que puedas conseguir puedes ser caritativo y enseñar a que tus hijos lo sean. Muchos padres y madres se preocupan porque a sus hijos no les gusta compartir.Pero compartir es difícil para los niños. No significa que sean malcriados ni egoístas. Casi todos los niños necesitan tiempo para aprender a compartir. ¿Por qué es tan difícil? Por una parte, los niños no entienden lo que es compartir. Si les pedimos que compartan algo, creen que se lo estamos quitando.

No saben que se les va a devolver. También les cuesta pensar en lo que otros desean. Solamente pueden pensar en lo que ellos mismos quieren. A medida que crecen y ven cómo los adultos comparten, los niños aprenden a compartir. Los adultos podemos ayudarles a los niños a darse cuenta de que compartir conlleva beneficios. También podemos ayudarles en los momentos en que compartir algo les resulta difícil. Algunos consejos prácticos:

1. El niño debe tener algunas cosas que le pertenecen sólo a él.

2. Los niños aprenden con ejemplos. Comuníqueles a los niños que usted se siente muy bien cuando comparte algo con ellos, como una manzana, una galleta o un poco de tiempo en un día de mucho ajetreo.

3. Ayúdele al niño a sentirse bien cuando comparte

4. Si se le demuestra cariño al niño, podría estar más dispuesto a compartir.

5. Prepare la hora de juego para que sea más fácil compartir.Recuerde que aprender a compartir toma mucho tiempo. Para algunos niños es más fácil que para otros. Tengan presente que compartir con los demás embellece el alma.

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