Salud

Enseña a tus hijos a comer frutas y verduras

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Nos encontramos con un grave problema: nuestros  niños y adolescentes no consumen la cantidad mínima  recomendada de vegetales. Y esto, a la larga, puede ocasionar problemas  en su desarrollo.

Toda la fruta a su alcance.  El primer paso es predicar con el ejemplo: las costumbres en la alimentación que tenga el niño en casa marcará  sus hábitos alimenticios para el resto de su vida.

 Por otro lado, los siguientes  consejos ayudarán a que los niños consuman más frutas y verduras.

Presenta los platos de forma divertida, con ingredientes  vistosos  y coloridos para que les llame la atención.

Otra recomendación es preparar sus platos preferidos con verduras, así se acostumbrarán  a consumirlos de esa manera.

Debe asegurar  la ingesta de fruta por la mañana: un buen desayuno acompañado de un zumo de frutas natural o de la pieza entera.

También, puede incluirla en la merienda de la escuela, poniendo una pieza de fruta en la mochila, para que se acostumbre a consumirla como “tentepié”.

Deje las frutas y verduras a su alcance, para que pueda comerla en cualquier momento del día, de esta manera la consumirán siempre.

Los nuevos trastornos alimenticios

A la bulimia y anorexia se suman otras conductas con respecto a la comida, que según la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimenticios tienen agravantes de no salir a la luz.

Comedor nocturno.  Quien lo sufre se despierta varias veces por la noche para “atacar” la nevera y vuelve a acostarse.

 Permarexia.  Consiste en vivir a dieta, sin control médico, recurriendo a los regímenes  de los famosos o las dietas de milagro.

 Drunkorexia.  Quienes privan  de alimentarse  o apenas comen durante el día para consumir alcohol en exceso en las noches.

Los alimentos también curan

¿Quién no ha sufrido una vez de un emparcho, se ha sentido repleto o con acidez después de una comilona? O sea, incómoda sensación de reflujo

La indigestión es un trastorno  transitorio que indica  que el organismo  no ha podido digerir los alimentos adecuadamente.

¿Por qué se produce? Las comidas copiosas y fuertes, junto a los alimentos  irritantes, hacen que se produzca un exceso de ácido clorhídrico, que provoca  acidez y un persistente y molesto reflujo estomacal.

 ¿Qué comer y beber?  Comidas muy ligeras y variadas varias veces al día. Mejor optar por cocciones suaves: hervidos, planchas, horno, vapor…, que son más sanas, y sobre todo, técnicas culinarias más ligeras.

Las infusiones de melisa, hinojo o menta, alivian los síntomas.

¿Qué reducir o evitar?  Los alimentos grasos (carnes, embutidos, mantequilla, quesos curados…); los ácidos (limón, vinagre, encurtidos…); los picantes (salsas, pimienta…); la fruta inmadura y algunas verduras crudas difíciles de digerir (cebolla, pepino…) y los fritos.

También hay que evitar el café, que es irritante, y reducir el consumo de refrescos con gas, que provocan flatulencias.

Se recomienda masticar y salivar bien la comida antes de tragarla. También es útil caminar después de comer.

Hablar ayuda a alargar la vida

El psiquiatra Luis Rojas Marcos, en su intervención  en el IX Congreso Nacional de la Federación Española de Organización de Mayores, afirma que “al hablar ponemos palabras a nuestros pensamientos, sentimientos, miedos, preocupaciones, que al decirlo en alto, disminuimos la gravedad de lo que nos preocupa”.

Conozca los beneficios de dormir bien

  Descansar por la noche es esencial para encontrarse bien, estar sanos, tener buena cara, rendir al tope, sentirse fuerte y optimista. Dormir bien estimula el crecimiento (en niños y adolescentes); repara las fracturas, acelera las cicatrizaciones, ayuda a reducir la tasa de colesterol en la sangre, regenera las células, previene las arrugas y aumenta el apetito sexual.

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