Prevenir. Cuando no hemos hecho deporte en mucho tiempo, es importante empezar a hacerlo ya, pero con cautela y velando porque el sobreesfuerzo y el desgaste no debiliten nuestro sistema inmunológico ni el locomotor.
Y es que hemos de reconocer que los inicios nunca son fáciles. Menos si se trata de dejar nuestra cómoda vida sedentaria de lado para comenzar la agotadora tarea de ejercitarnos. Sea por el motivo que sea, un cambio tan brusco de actividad necesita que se tomen algunas precauciones, sobre todo en cuestión de intensidad y movimientos.
Antes de acudir a un gimnasio, es recomendable empezar conociendo nuestro cuerpo, sus necesidades y también sus capacidades. En casa puedes calentar con profundas respiraciones y estiramientos que te permitan medir tu desarrollo muscular. Llega hasta donde los calambres te lo permitan.
Opta por espacios abiertos para comenzar con tu rutina deportiva. El parque es la más común y mejor opción, aunque si tienes una playa cerca, harías bien en darte un paseíto por esos lares. Lo más práctico es emprender una caminata para reconocer el terreno y luego trotar a un ritmo muy suave para que la circulación fluya con naturalidad. Poco a poco puedes incrementar la velocidad y duración del trote.
Alimentos contra la hipertensión
Prevenir. Esa presión arterial (fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias) por encima de 140/90 mmHg y que los médicos definen como hipertensión se puede controlar a través del consumo de algunos alimentos. Los plátanos son uno de ellos. Tienen gran cantidad de potasio, fundamental para el correcto equilibrio líquido del organismo, lo que garantiza una presión arterial adecuada. Los mejillones son otra de las fuentes ricas en potasio, aunque hay que moderarlos, ya que su contenido en sodio podría ser contraproducente. También está la leche desnatada, una excelente fuente de calcio. Si no le gusta, la opción son los pescados pequeños o sardinas en lata.
Frutos secos, buenos amigos de su corazón
Prevenir. Desde que se incluyeron en la base de la pirámide nutricional, a los frutos secos se les han reconocido varios beneficios para la salud, entre esos, ser protectores del corazón. Estudios médicos han constatado que consumir nueces, avellanas y almendras reduce el nivel de colesterol malo, y controla la glucosa y la hipertensión.
En verano más que nunca ¡a tomar agua!
Prevenir. Ahora más que nunca es importante que, como una norma general para mantenerse saludable, consuma mucha agua a fin de evitar deshidratarse como consecuencia de las fuertes temperaturas de verano. Algunas recomendaciones son: beber cada poco tiempo (agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos…) y llevar siempre consigo una botella de agua.
Cortos de salud
Recomendación
Qué hacer para mantener los pies sanos
Durante los meses de verano, los pies sufren diferentes problemas. Algunos consejos para prevenir estos males son: secar muy bien los pies, ya que la humedad puede provocar problemas no sólo de olor, sino también hongos, y evitar andar descalzos por las piscinas públicas. Un buen cortado de uñas también es beneficioso para los pies. Conviene cortarlas rectas para evitar que se encarnen.
Salud visual
Consejos para prevenir o mejorar la miopía
La miopía se puede compensar con gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva. Cada técnica tiene sus ventajas e inconvenientes. Es importante que se asesore por el oftalmólogo sobre cuál es la que más le conviene y mejor se adapta a usted. Pero algunas recomendaciones generales para prevenirla son leer siempre a una distancia razonable y vigilar la iluminación del lugar donde lee.
Recomendación
Duerma bien, así logrará combatir más eficazmente la ansiedad de fumar
Si desea dejar de fumar lo primordial es tomar conciencia del perjuicio de fumar. Y una vez que esté lo suficientemente claro en su propósito, debe aprender a lidiar con la ansiedad por el cigarrillo. Una forma de combatirla es dormir bien. Esto le ayudará a combatir la tensión que produce el deseo de fumar.
Beneficios
Las ventajas de incluir los vegetales en su dieta
Sensaciones habituales de cansancio, tensión muscular e incluso calambres o temblores musculares pueden ser consecuencia de la deficiencia mineral de magnesio y potasio. Son las verduras de hoja verde, los frutos secos, las legumbres y los cereales integrales (principalmente el germen de los cereales), los alimentos en los que abundan el magnesio y el potasio, así que no deben faltar en su mesa.