Salud
Mascarillas naturales: un cuidado mucho más eficaz

<STRONG>Salud<BR></STRONG>Mascarillas naturales: un cuidado mucho más eficaz

Tienen la ventaja de ofrecer efectos visibles en muy poco tiempo, ya que aportan  gran número de principios activos. Las mascarillas son de los preparados más antiguos  que se conocen. Ya en el imperio romano se aplicaba una miga de pan amasada  con leche de burra para mantener la piel tersa.  Hoy, las mascarillas de nueva generación se dividen en cuatro grupos:

De arcilla: entre sus múltiples propiedades terapéuticas destacan su capacidad para desintoxicar, purificar e iluminar la piel. Las más usadas son la verde y la blanca. Por su efecto exfoliante dejan la piel  del rostro homogénea y luminosa.

Con barro o algas: estimulan la actividad celular y favorecen la eliminación de toxinas y líquidos sobrantes. 

Filmógenas: contienen mucílagos, vitaminas y sustancias extraídas de plantas y frutas. Hidratan la piel, porque impiden que el agua se evapore de los tejidos cutáneos. 

Cremosas: ricas y nutritivas, contienen también aceites esenciales y vitaminas, además de principios activos con propiedades suavizantes y calmantes, como manzanilla y la caléndula, o si se prefiere, de efecto tonificante y reafirmante como el colágeno o la elastina.

Maxibolsos, moda poco saludable

Prevenir.  Este año se lleva la cartera grande, y cuanto más grande, mejor. Su tamaño las hace una opción ideal para guardar de todo.

El lado malo es que el exceso de carga hace que se adopte una postura incorrecta, en la que un hombro permanece durante mucho tiempo en una  posición más elevada que el otro.

¿El resultado? Dolores de espalda, brazos, hombros, cuello e incluso cefaleas.

Los especialistas recomiendan intentar distribuir el peso dentro del bolso, no cargar unas zonas, como bolsillos laterales, más que otras y, ante la aparición del dolor, realizar periódicamente estiramientos de los músculos afectados y tomar baños calientes. Así que ¡a la carga!

Cómo cuidar los pies. 7 claves de oro

Prevenir. Los pies son los eternos descuidados de la anatomía. Encerrados todo el día en los zapatos, necesitan libertad y cuidados diarios. A continuación le ofrecemos siete guías de oro para cuidarlos.

1.  Para relajarlos, es recomendable sumergir los pies en agua tibia, a la que le puede añadir un puñado de sal marina, una infusión de menta o manzanilla, o  esencia de naranjo.

2. Siempre que pueda, permanezca descalzo o con medias de algodón que permiten respirar la piel.

3. Si tiene los pies planos, puede caminar sobre las puntas de sus pies y mantener el cuerpo bien erguido, con los hombros relajados.

4. Hágase un automasaje mientras esté frente al ordenador. Apoye su pie sobre una pelota de tenis y muévalo desde los dedos al talón, de modo que la pelota ruede por debajo de la  cara interna del pie y del arco. Repita con el otro pie.

5.  Sentado, agarre un pie, cada vez, y apóyelo sobre la otra rodilla. Rodéelo con las dos manos y masajéelo.

6.  Siempre que pueda, descanse con los pies en alto.

7.   De a sus pies, periódicamente, un masaje con crema hidratante.

La infección de orina, bajo control

Prevenir.  Son muchas las mujeres que en algún momento  padecen infección de orina. Dolor al orinar, escorzor cuando la orina pasa por la uretra, fiebre e incluso sangre en la orina, pueden ser síntomas de una infección urinaria, por lo es necesario consultar el médico. Evítelo usando ropa interior de algodón y, salvo necesidad, realice su higiene íntima sólo una vez al día.

Cortos de salud

Salud

Piña: el desengrasante más natural

A la piña, una fruta que elimina toxinas y ayuda a hacer circular y expulsar la grasa acumulada, se la considera un auténtico desengrasante natural. La explicación radica, en su contenido en potasio, yodo, ácido fólico, Vitamina C y agua, ya que todos participan en la activación del metabolismo: el potasio favorece el impulso nervioso, permitiendo que la actividad metabólica se active.

Rico en calcio

Del yogur, ¿Sabe lo que debe de tomar?

El yogur es digestivo y rico en calcio, es uno de los alimentos más completos para tomar a diario. Los expertos recomiendan ingerir de dos a cuatro lácteos al día, en raciones de unos 200 miligramos. Con cuatro yogures diarios,  las necesidades diarias de calcio quedan bien satisfechas, pero también éstas se pueden cubrir con cantidades razonables de  queso, leche y otros derivados.

OMS

Mujer, cuida  tu corazón: enfermedades cardiovasculares  no son sólo de hombres

La enfermedad cardiovascular es un problema de máxima importancia para la mujer. Según  datos de la OMS, en Europa una mujer fallece por esta causa  cada seis minutos.  Todavía muchas las consideran  como una cosa de hombres. Los especialistas recomiendan controlar la hipertensión, obesidad o diabetes.

Salud

El ajo es muy saludable, pero no para todos

Aunque el ajo es una fuente de salud, algunas personas deben controlar  su consumo: en personas con problemas de intolerancia, puede provocar irritación de la piel. Por ser un anticoagulante, debe evitarse antes de una operación o extracción dental. Tampoco deben  abusar las madres mientras amamantan a sus bebés. Asimismo, en dosis excesivas puede ocasionar cólicos, vómito, mareo.

Que  no falte

Agua en la lactancia

Durante el  embarazo el agua es necesaria para que el organismo se adapte  a los cambios que sufre el sistema urinario, y  durante la lactancia, para que no disminuya  la producción de  leche materna.

Consejo

Para la miopía

Al leer, hágalo siempre a una distancia razonable, no se acerque mucho  el libro o la computadora  a los ojos. Asimismo, no lea tumbado, de esa forma le está  exigiendo  demasiado esfuerzo a sus  ojos. Vigile la luz  del lugar donde lee.

Aceite de clavo eficaz para la cicatriz

Prevenir. El aceite de clavo tiene larga tradición como remedio para la curación de heridas;  ayuda a la cicatrización, es antiinflamatorio y tiene propiedades analgésicas. Éstas se deben a principios como el eugenol, acetanos de eugenol, cariofileno… Se utiliza en heridas infecciosas, pero tenga cuidado con la dosis,  puede producir irritación.

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