El Tribunal Constitucional arriba hoy a una renovación parcial con la sustitución de cinco de sus miembros tras un proceso de selección que por la idoneidad y competencia de quienes llegan, augura continuidad fiel en la aplicación a su cargo de normas que protegen los fundamentos jurídicos del Estado.

Puede leer: Llamados a protegerse de nueva cepa del covid y presencia de más virus

Inmediatamente después de las designaciones de reemplazo a cargo del Consejo Nacional de la Magistratura, el presidente saliente, Milton Ray Guevara, celebrado como “difícil de sustituir”, elogió la decisión por tratarse de «juristas de gran capacidad y experiencia en la vida profesional y judicial» haciendo mención en el mismo sentido del doctor Napoleón Estévez Lavandier que pasa a ocupar su lugar. Ayer, un día antes de su despedida formal, el conceptuoso y brillante Ray certificó que «el edificio institucional es sólido, es fuerte y es valor esencial de la convivencia y sostén del país ahora, mañana y siempre». Una invitación formal, seria y responsable a seguir confiando en la alta corte, llamada a cumplir sus fines sin «injerencias ni intereses que no sean los intereses legítimos que la Constitución crea y defiende». En su apreciación, hoy el país es conocido por la Constitución que lo rige, indiscutible legado de la fundación del Tribunal que fortalece la institucionalidad y que le tocó presidir con honores desde su instalación hasta hoy acompañado de distinguidos profesionales. Una marcha feliz hacia el futuro, superados los autoritarismos negadores de democracia.