Salvador da Bahia
sabor a samba y sal

Salvador da Bahia<BR> sabor a samba y sal

Salvador de Bahía,  Brasil. Desde la ventanilla del auto, la fugaz relación con la ciudad me permitió fantasear por unos instantes que me encontraba en mi Santo Domingo querido, y que entre los transeúntes a la vista y mis compatriotas no existían diferencias. Luego, el contacto cercano me permitiría saborear la refrescante y desenfadada personalidad de esta gente alegre y rica en historia.

Pero más allá de circular por la ciudad, subir y bajar sus farallones, a contraluz con las majestuosas edificaciones de un glorioso pasado colonial, Salvador de Bahia es una ciudad para ser feliz. No en vano en el pasado recibió algunos apodos como Capital de la Alegría (en portugués Capital da Alegria) debido a los enormes festejos populares, y Roma Negra, por ser considerada la ciudad con el mayor porcentaje de negros localizada fuera de África.

Como un gran escenario cinematográfico, Pelourinho, la zona más vieja, se expone esplendorosa al turista con sus jóvenes danzando capoeira en los parques y las bahianas con sus tradicionales vestuarios al estilo antiguo. En la actualidad, Salvador se divide en ciudad alta y ciudad baja, con la catedral y el centro administrativo en la primera. De uno a otro nivel se puede ir en un pintoresco elevador público que se ha convertido en un emblema de la ciudad.

Esta metrópoli nacional, con unos tres millones de habitantes, es la ciudad más poblada del Noreste de Brasil y se encuentra entre las tres más pobladas de ese país. Pero su primacía demográfica le da perfil regional frente a ciudades como Sao Paulo, México Distrito Federal, Buenos Aires, Lima, Bogotá, Río de Janeiro y Santiago de Chile.

Su desarrollo económico no se queda en sus encantos y atractivos, Salvador de Bahía es sede de importantes empresas regionales, nacionales e internacionales. Fue en Salvador donde surgió la Odebrecht, que, en 2008, se volvió el mayor conglomerado de empresas dedicada a la construcción civil y la petroquímica en América Latina, con varias unidades de negocios en Salvador de Bahía, Río de Janeiro, Sao Paulo y diversos países del mundo, entre los que se encuentra República Dominicana.

Sí, es cierto, Salvador de Bahia es un patrimonio de la humanidad, a lo que yo   agregaría  un patrimonio de la felicidad.

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Pelourinho

¿Qué significa?

La palabra Pelourinho (picota en español), se refiere, en el amplio sentido de la palabra, a una columna de piedra localizada normalmente al centro de una plaza, donde eran expuestos y castigados los criminales. En Brasil, y en particular el  de Salvador, tuvo el propósito principal de castigar a los esclavos mediante azotes durante el periodo de la colonia. Posteriormente, y una vez que la esclavitud fue abolida en Brasil, esta parte de la ciudad comenzó a atraer artistas de todos los géneros: cine, música, pintura…, convirtiendo al “Pelourinho” en un centro cultural.

El Pelourinho de Salvador es un lugar repleto de construcciones coloniales pintadas de diferentes colores. Por todo el valor histórico y cultural que representa,  quedó inscrito dentro del Registro Histórico Nacional, fue nombrado Centro Cultural Mundial por la UNESCO, y además esta institución certificó ese importante sitio histórico como Patrimonio de la Humanidad.

Las playas

Salvador tiene numerosas playas a lo largo de la costa Atlántica, y la costa de la Bahía de Todos los Santos. Las principales playas urbanas son Itapuan, Pituba, Artistas, y Porto da Barra.

Casi todas las playas cuentan con restaurantes típicos o chiringuitos situados sobre la arena, donde se prepara marisco y diversas bebidas, en especial la cerveza servida muy fría. Además, en las playas se pueden encontrar puestos de “bahianas”, donde se puede comer el “acarajé”, un buñuelo de frijol frito en aceite de palma, comida típica afro-brasileña.

La línea costera de Salvador es una de las más largas para las ciudades de Brasil. Existen 50 kilómetros de playas distribuidas entre la Ciudad Alta y Baja, desde Inema, en el suburbio del ferrocarril, hasta la Playa del Flamenco, al otro lado de la ciudad.

Mientras las playas de la Ciudad Baja están rodeadas por las aguas de la Bahía de Todos los Santos (la  más extensa de Brasil), las de la Ciudad Alta, desde el Faro de la Barra hasta Flamenco, lo están por el Océano Atlántico. La excepción es Porto da Barra, la única playa de la Ciudad Alta localizada en la bahía antes mencionada. 

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