Salvador Pittaluga

Salvador Pittaluga

UBI RIVAS
A los 73 años, luego de quebrantos que lo postraron por varios meses en su refugio de Boca Chica, falleció el doctor Salvador Pittaluga Nivar, periodista de excepción y maestro de una luenga camada de comunicadores en el Instituto Dominicano de Periodistas, de su exclusiva oronda cosecha.

Oronda cosecha porque formó en el IDP a centenares de comunicadores que consiguieron su graduación a costo reducido, porque su empeño nunca fue el lucro, sino propiciar la formación de profesionales de la comunicación en lo que fue un auténtico promotor y un fino articulista, altruista y más que todo, decente, tanto como docente. Un ser humano bondadoso y solidario.

El país nunca olvidará, cuando menos los de mi generación, la noche en que Dodó, como le decían sus íntimos, se irguió sobre sí mismo, como a ratos hacía por su talento y hombría de bien, actuando como moderador en aquel encuentro televisivo en su programa Ante la Prensa, entre el profesor Juan Bosch y el sacerdote Jesuita Láutico García y que culminó a la 1:10 de la madrugada.

Un trasnoche para los que siempre acostumbramos a retirarnos a descansar bien temprano, pero un trasnoche valioso, memorable, positivo, en que se decidió la participación de Bosch en las elecciones de aquel histórico diciembre 20 de 1962 en que el eximio autor de Rumbo al puerto de Origen, propinó una zurra electoral a Unión Cívica Nacional con un conteo de 619,491 votos contra 317,327.

A través de todo el trayecto de la presentación memorable, Pittaluga mantuvo la serenidad, moderación, entereza, aplomo, que fueron algunas de sus gemas refulgentes al par de la honestidad y su innegable talento como comunicador y escritor.

Salvador Pittaluga se moldeó como uno de los primeros abanderados de los programas televisivos que formaron opinión pública, como lo fueron también en esa época dorada el doctor Héctor Pérez Reyes en su programa Frente al País, Rafael Bonilla Aybar con Prensa Libre, J. A. Bruno Pimentel en Hola que tal, a los que siguieron en orden cronológico Ercilio Veloz Burgos con El Pueblo Cuestiona, Alberto Amengual con Sea Usted el Jurado, Pía Rodríguez con sus hijas Virginia y Dania Goris en Puntos de Vista.

Todo lo que se ha producido en el país en la asignatura televisiva tiene su cátedra pionera en esas referencias gratísimas en cuanto a estilo y notables cualidades profesionales del buen decir y el hacer excelente producción en la pantalla chica.

Consecuente con su discurso programático democrático, Pittaluga se opuso el artero golpe de Estado que frustró el primer ensayo libérrimo político del país luego de las elecciones de 1924 que condujeron al poder al general Horacio Vásquez Lajara, el último presidente machetero de nuestra infortunada era de Concho Primo, y fue deportado a Puerto Rico por el gobierno espurio y corrupto del Triunvirato. El gobierno de Cuente los Austin.

Condujo por un buen tiempo Ante la Prensa y escribía esporádicamente artículos en indistintos diarios porque su tiempo lo centró en la docencia del IDP.

No obstante su rica vivencia y cultura, Pittaluga no escribió una obra, sino que la plasmó en la formación y simiente de comunicadores y en la cátedra que impartía en el IDP.

Propició la fundación del Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales a fines de los años sesenta como gran propulsor de la clase que siempre activó su pensamiento.

Con el éxodo escarpado hacia las regiones ignotas de donde nunca se retorna, el país pierde en Salvador Pittaluga Nivar a un gran periodista, un gran promotor, un gran ciudadano y un hombre medularmente decente.  

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