Salvadoreños listos para la beatificación de Romero

Salvadoreños listos para la beatificación de Romero

SAN SALVADOR, El Salvador. La imagen de monseñor Oscar Arnulfo Romero dirige su mirada hacia el oriente de la capital salvadoreña, su mano derecha alza una cruz y con la izquierda abraza una biblia contra su pecho. La estatua está ubicada frente a la Plaza El Salvador del Mundo, donde se alza un monumento de 18 metros de alto con una columna que sostiene un globo terráqueo y culmina con la imagen del patrono del país, con una mano al cielo y la otra hacia la tierra.

El templete para la beatificación el sábado del arzobispo asesinado en 1980 está casi listo. Algunos trabajadores afinan los últimos detalles en la plaza que albergará a los invitados especiales a la ceremonia celebrada por el Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano, cardenal Angelo Amato, y el arzobispo de San Salvador, monseñor Luis Escobar Alas.

Dentro de una urna las autoridades eclesiales colocaron la reliquia de Romero: la camisa que usaba cuando recibió un tiro en el corazón mientras oficiaba misa el 24 de marzo de 1980.

Los feligreses se preparan para participar en la vigilia que comenzará con la Procesión de la Luz que sale desde la catedral de San Salvador, en el centro de la ciudad y donde se encuentra la cripta con los restos de Romero, hasta los alrededores de la plaza ubicada en la zona norponiente de la capital en un recorrido de cuatro kilómetros.

Para Daniel Portillo, de 27 años y miembro de una comunidad católica del sur de la capital, realizar la beatificación en la Plaza de El Salvador del Mundo es “darle la espalda al pueblo” que esperaba que fuera en la Plaza Cívica, frente a la catedral y que ha sido testigo de momentos importantes para el país, masacres o conmemoraciones.

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