Hasta hace poco no se utilizaba  la salvia como ingrediente culinario, a diferencia de otras hierbas aromáticas como el orégano, el cilantro, el romero o el tomillo, que se utiliza bastante en la  cocina.

Sin embargo, hoy día la salvia es muy usada en la cocina italiana y francesa y desde la antigüedad se la conoce por sus propiedades medicinales y terapéuticas, pues sirve como anti-inflamatorio, para aliviar problemas digestivos y es rica en antioxidantes.

 Es perfecta para adobar o condimentar la carne de cerdo, para combinar con tomate, calabacines o berenjenas, para añadirla a cremas de vegetales,  combinarla con pasta o  aromatizar mantequilla.

También puede tomarse en infusión.

Por su delicado aroma esta hierba va muy bien en legumbres, ya que  ayuda en los procesos digestivos, también en los pescados a la parrilla, hortalizas y sobre quesos cremosos aporta fragancia y sabor.

Se pueden utilizar frescas o secas, la planta es perfecta para jardines, no llega a tener gran tamaño y sus flores ornamentan los espacios.

Sabor y aroma en la cocina. Es usada como hierba aromática. Las hojas huelen ligeramente a alcanfor. Es recomendable que se use fresca, aunque puede usarse seca. Puede mezclarse con otras hierbas como tomillo, romero, orégano, pimienta, nuez moscada, etcétera.

En Francia usan la salvia para condimentar carnes como el cordero y cerdo, para aderezar quesos y mantequillas, y sazonar  espaguetis o encurtidos.

En Italia se usa para dar sabor a la carne. En otros países del mediterráneo la ponen en entremeses mezclándola con trozos de carne o verdura. En América se le usa para condimentar el pavo y pollo.

En la cocina vegetariana se usa para hacer sopas y otros platillos o para darle un sabor especial a cremas y mantequillas, también para aderezar ensaladas.

Efectos saludables. Una simple  infusión de hojas de salvia fría con algunos trozos de frutas como manzana por ejemplo, además de hacer rico cóctel, normaliza las funciones menstruales y relaja.