POR YOANY CRUZ
CASA DE CAMPO, LA ROMANA.- Una vez más el reconocido pelotero Sammy Sosa abrió las puertas de su residencia para celebrar, en esta ocasión no  una fiesta alusiva a su cumpleaños, sino para compartir el regocijo que siente por haber alcanzado los 600 jonrones en las Grandes Ligas.

La cita estaba pautada para las 8:30 de la noche, pero no fue  hasta las nueve menos cuarto cuando se dio la orden para abrir la puerta principal de la residencia, ubicada en Bahía Minitas de Casa de Campo. Por eso algunos invitados, que asistieron puntualmente, tuvieron que esperar en sus vehículos.

Una vez abiertas las puertas de la majestuosa residencia, los invitados desfilaron por una alfombra roja y una especie de túnel creado con similitud a una  pelota de béisbol, deporte que  ha dado fama mundial al célebre “toletero”. Estos escuchaban, también, los atentos saludos  de una hilera de aproximadamente 30 beldades colombianas, que fueron apostadas para dar la bienvenida protocolar.

 A diferencia de años anteriores, esta vez Sammy, vestido con un elegante traje negro a rayas, camisa con diminutos cuadros rojos y una corbata en el mismo tono, de la última colección de Givenchy, no recibió a sus invitados acompañado de su inseperable esposa Sonia, que se sentía indispuesta.

Sonia se dejó ver a la medianoche, vestida con un traje largo  matizado en dorado, adquirido en una boutique de Miami.

La pomposa fiesta, en la que se cuidaron todos los detalles, contó con la presencia de un selecto grupo de invitados entre ellos  empresarios, funcionarios gubernamentales y personalidades del mundo artístico y la televisión tanto nacional como internacional.

 Mirka de Llanos y Charityn Goico  fungieron como maestras de ceremonia e invitaron, en nombre del anfitrión, a disfrutar la fiesta.

LA DECORACIÓN

Elegantes arreglos en rosas rojas, blancas y lirios y follaje verde  en cilindros de  cristal, adornaron las mesas vestidas con una mantelería crema, dorada y verde aceituna.

EL MENÚ

Se dispusieron varias estaciones preparadas con  diversos quesos, panecillos de bufé, ensaladas capresa y César, pavo asado, salpicón de langosta y camarones, pierna de cerdo ahumada, arroz albadeco, pechuga de pavo relleno, sushi, spring rolls, y como postres, una variedad de dulces dominicanos a elegir. Como bebidas hubo vino tinto y blanco, champaña, whisky y bebidas refrescantes.