Dionisio Soldevila 
Dos de los más carismáticos jonroneros de finales de la década de los 90 e inicios del 2000, Sammy Sosa y Mark McGwire deleitaron al mundo del béisbol con sus batallas jonroneras, principalmente la que libraron en 1998 cuando ambos quebraron la marca de 61 vuelacercas de Roger Maris.
A base de puro poderío, Sosa y McGwire demostraron ser poderosos jonroneros que apabullaron a los lanzadores contrarios.
Sin embargo, la pregunta de cuál de los dos fue mejor pelotero en sentido general puede generar un debate interesante.
Las carreras de ambos jugadores fueron similares en términos del tiempo, con 18 campañas para Sosa, mientras que McGwire vio acción en 16.
Ambos registraron 11 temporadas de 30 ó más cuadrangulares, mientras que Sosa es el único hombre en la historia con tres campañas superando la marca de los 60.
Sosa ganó dos lideratos de cuadrangulares, frente a cuatro que conquistó McGwire.
La popularidad de Sosa lo llevó a siete Juegos de Estrellas, frente a doce del Big Mac.
Sosa, por su parte, ganó dos lideratos de remolcadas, mientras que McGwire conquistó uno en su paso por las mayores.
En el glorioso 1998 de ambos jonroneros, el dominicano fue seleccionado a su único premio al Jugador Más Valioso, mientras que McGwire solo cuenta con el premio al Novato del Año como reconocimiento de la Asociación de Escritores de Béisbol de los Estados Unidos.
Para Sosa, la mejor temporada de su carrera fue precisamente la de 1998, cuando registró un promedio de bateo de .308, con 66 vuelacercas y 158 remolcadas, campaña que le ganó el JMV.
McGwire, por su parte, tuvo la mejor campaña de su carrera en ese mismo 1998, cuando bateó para .299, con 70 vuelacercas y 147 remolcadas, con los Cardenales de San Luis.
Pero Sosa agregó a su juego algunas herramientas que McGwire nunca pudo presentar.
Por ejemplo, Sosa combinó velocidad con poder con cierta frecuencia antes de establecerse como uno de los mejores jonroneros del negocio.
De ahí que en dos campañas distintas lograra la combinación de 30-30 (jonrones y remolcadas).
En términos de promedio de bateo, Sosa tuvo un average de por vida de .273, frente a .263 de McGwire.
Sin embargo, en el importante porcentaje de embasarse, McGwire fue superior al dominicano (.588-.534).
En OPS, que es la suma del porcentaje de embasarse y el slugging, McGwire registró .982 y Sosa .878.
En términos ofensivos, McGwire fue superior a Sosa en algunas categorías importantes.
Sin embargo, cabe resaltar que la capacidad de producir en algunas facetas como el robo de bases y también en la parte defensiva le dan a Sosa un valor agregado del que McGwire no disfruta.
Por esa razón, podemos concluir en que aunque ambos fueron excelentes toleteros, Sammy Sosa fue un mejor pelotero que Mark McGwire en su paso por el béisbol de las Grandes Ligas.
