Hoy 
POR JUAN J. PÉREZ BELL
Comienzan a calentarse los motores con miras a la próxima temporada de Grandes Ligas, y de nuevo los jugadores dominicanos estarán luchando por seguir cosechando las marcas y estadísticas que le han merecido la titularidad que hoy ostentan.
Los campos de entrenamientos inician esta semana, y hay dos nativos de Quisqueya que, una vez más, tratarán de casarse con la gloria. Se trata de los ya consagrados, Sammy Sosa y Manny Ramírez.
Sosa regresa a los diamantes con los Rancheros de Texas, luego de recesar la temporada pasada, y su principal meta deberá ser convertirse en apenas el quinto hombre en la historia de este deporte, en disparar al menos 600 cuadrangulares.
En la actualidad, el petromacorisano ha facturado la friolera de 588 batazos de cuatro esquina, en su carrera de 18 años en las mayores, lo que ya es mérito suficiente para aspirar tener un lugar privilegiado en el salón de los inmortales del béisbol.
Su última campaña fue con los Orioles de Baltimore en el 2005, cuando sólo bateo para .221 con 14 jonrones y 45 empujadas, números que no llenaron las expectativas que en torno a él se habían creado.
Aunque cuenta ya con 38 años de edad, Sammy ha mostrado mucho entusiasmo con su retorno a la gran carpa, y los que lo han visto practicar entienden que todavía tiene las condiciones suficientes para hacer un papel digno en el terreno de juego.
De su lado, Manny aún pertenece a la elite del juego, aunque la campaña pasada tuvo un ligero descenso en su producción ofensiva, principalmente debido a lesiones que nada más le permitieron accionar en 130 partidos.
El melenudo de los Medias Rojas Boston intentará ingresar al reducido circulo de los que han pegado 500 batazos de vuelta completa, una lista que hasta ahora sólo integran 20 nombres en los más de cien años de este pasatiempo.
A la fecha, el polémico jardinero tiene en su cuenta personal, la nada despreciable suma de 470 vuelacercas, lo que lo pone a las puertas de entrar al exclusivo club.
De lograr la hazaña, Ramírez se uniría a Sosa como los únicos dominicanos en sobrepasar el medio millar de metrallazos.
Los 35 aldabonazos de la estación anterior, son la menor cantidad para este portentoso jugador, desde que conectó 33 en el año 2002, pero a pesar de esa baja, se estima que al acorazado todavía le quedan muchos tiros en la recamara.
Todo luce indicar que esta pareja de toleteros, mantendrá su ruta triunfal hacia Cooperstown, y que la República Dominicana seguirá marcando la pauta en lo que béisbol se refiere, para que de esa manera la bandera tricolor continúe brillando con todo su esplendor en playas extranjeras.
