POR CLARA SILVESTRE
«Lo invito a que comience feliz cada día, a que comience su día con el ABC de la vida, y cada vez que alguien le pregunte ¿Cómo estás?, contágielo con la respuesta de los fabricantes de queso: ¡Feliz!».

La propuesta la hace Samuel Clavell en su libro ¿Cómo fabrico mi queso? El cual considera un concepto y una forma de vivir. «Es la forma en que vivo mi vida. Soy un fabricante por naturaleza, y enseño al mundo cómo fabricarlo».

Su planteamiento es claro y sencillo: si cada quien fabrica su propio queso, nunca se acabará. ¿Pero a qué se refiere Clavell? El concepto de cambio anteriormente era: si el queso de la prosperidad, la felicidad y la alegría se acaba, busca queso en otro sitio. De ahí es que parte su motivación a las personas para que haga el cambio, para que nunca se acabe.

Así como apunta en las dos primeras páginas, el próspero empresario explica que el mismo está basado en un libro maravilloso «¿Quién se llevó mi queso?» un libro que Spencer Johnson publicó en 1998, y que a su juicio logró mover a la gente a que aceptara el cambio que se concitó junto al cambio de siglo.

«En el 98 hacía falta que la gente abrazara la idea de que venía un cambio, debía aceptarlo. Ahora mi libro implica un próximo nivel: Sí, acepto el cambio, pero después qué hago. Ese concepto se basaba en que si el queso de la felicidad y la prosperidad se acaba, ve y busca queso en otro lado. Pero el concepto del cambio, cambió, y ¿qué hago para que no se acabe otra vez?, ¿Cómo lo fabrico?, Porque si todos los fabricamos, nunca se acabará», destacó.

En su libro, Samuel Clavell expone técnicas, sugerencias y experiencias que le servirán de guía en el proceso de convertirse en un fabricante de queso, concebido como lo que todos queremos: un trabajo, un negocio, una industria, un sueño, la familia, su carrera, etc. Asegura que todos queremos estabilidad y de seguro mejora, pero lo más difícil es saber cómo.

«La vida, la mueven los soñadores»

En una de las habituales conferencias que imparte Samuel Clavell, inició diciendo que qué importa quien se llevó el queso, si ya se lo llevaron, que tal si aprendemos a fabricarlo y así nunca se acabará. De ahí no solamente surge la idea de escribir su libro, sino también la idea de que éste complementaría al que escribiera Spencer Johnson, en vía de concienciar a la gente en hacer un cambio.

El autor, que confiesa que lleva más de 20 años en el laberinto de la vida y todavía está fabricando su propio queso, afirma: «Soy un soñador increíble. Creo que si no trabajas por tus sueños trabajarás por los sueños de otros. Lo que hago es mover a la gente a la autoconciencia, porque las cosas no suceden sino es con esfuerzo y con un plan de acción. Muchas personas dicen que no se sienten motivados, pero pregunto: ¿Cuántas cosas se hacen diariamente, por las cuales no se está motivado, pero se hacen? Por eso es que en primer orden, invito a definir que es lo que se quiere».

Al destacar que soñar no cuesta nada y no soñar puede costar la vida, señaló que muchas veces se piensa que no se logran las cosas y es que sencillamente se debe hacer un plan de acción, «muchas personas saben que quieren vender, pero cuánto y en qué tiempo. La vida es gracias a los soñadores, algún día alguien soñó que se podía volar y por eso hoy podemos trasladarnos a otros países. Hay que admirar la vida que te rodea».

Explica que le cuestionaron respecto a qué cosa pudiera sintetizar lo que lo ha ayudado a seguir creciendo, en donde su respuesta fue: Aprendí a aprender, porque a su parecer, la gente debe entender que somos entes que nunca paramos de aprender y producir, y que no nos van a dar nada gratis.

Al entender que una gran cantidad de personas no sabe lo que quiere y este proceso le puede tomar años, en su libro ofrece las herramientas para que el lector pueda indagar y encontrar soluciones adecuadas, «los seres humanos tienen la capacidad de aprender y de analizar, y con estas dos, Dios nos dio el poder más grande: la capacidad de decidir».

Sugiere que hay que preguntarse respecto a: ¿qué me apasiona?, ¿en qué puedo ser el mejor? Y, ¿en qué hay oportunidades económicas?, e insiste en que muchas personas no llegan, porque nunca definen la primera y se pasan toda la vida esperando que otros la definan.

Aclara que el mundo que le tocó vivir a nuestros padres ya no existe, porque ellos trabajaban 30 años en una empresa y luego se retiraban, y eso que ve como ni bueno ni malo sencillamente cambió, y se hace necesario prepararnos para poder vivir la vida con éxito.

Samuel Clavell nació en Puerto Rico. Laboró en el Citibank durante diecisiete años, donde alcanzó la posición de vicepresidente. De ahí que cuente con una gran experiencia en el campo de la planificación estratégica y la transformación empresarial.

Desde su empresa Clavell & Associates, y junto a su esposa Maricarmen, ayuda a otros a alcanzar el éxito integral, concretando su misión de vida: crear fabricantes de queso para la sociedad.