POR DIÓGENEZ VALDEZ
Samuel Machuca es, en la actualidad, un joven pintor que, con paso seguro transita hacia el encuentro de una técnica cada vez mas depurada y, de una temática que se muestra en concordancia con las preocupaciones naturales de estos tiempos, estremecidos y condicionados por la modernidad. Y es que en sus últimos trabajos, y en la constancia con que los acomete, se intuye que ya quiere dejar de ser un pintor, para convertirse en un artista.
Tal vez, resulte necesario aclarar en este espacio, que para ser un pintor solo es necesario conocer las reglas que impone la academia, pero para llegar a ser un artista, hay que conocer, entre muchas otras cosas, el corazón del ser humano.
La máxima fundamental de Heraclito el panta rei, o lo que es lo mismo, el todo fluye parece estar cumpliéndose en la figura de Samuel Machuca, pero de una manera pausada, metódica y segura, sin precipitaciones y apresuramientos. El ha ido quemando todas aquellas etapas, tan necesarias cuando se es tan joven y se esta tan lleno de ímpetus y arrebatos. Porque Samuel Machuca es, definitivamente, un nombre joven. Pero lo mas importante en el, es la conciencia de su oficio, porque en cada uno de sus trazos evidencia, el compromiso crucial de convertir la materia bruta en la más alta expresión artística.
He tenido la suerte de poder observar desde muy cerca, la evolución que ha ido sufriendo la materia pictórica en manos de este indiscutible valor de las artes plásticas dominicanas. Su arte, de manera evidente ha sufrido una verdadera metamorfosis, y de pupa se ha convertido en crisálida, y esta, finalmente se ha transfigurado en una mariposa de luz, surgiendo una paleta llena de destellos, con trazos seguros e ideas claras, tanto en lo conceptual como en lo estilístico.
Si digo que he podido contemplar la transformación o metamorfosis de este joven pintor y, como de manera paulatina se ha ido convirtiendo en un artista que avanza de manera resuelta hacia un futuro que, a todos nos hará sentir orgullosos, y a el, de una manera muy particular, habrá de llenarlo de sensaciones inauditas. Es evidente que el trilla con seguridad el sendero que ha escogido, y esa sensación de seguridad se la proporciona la convicción de que ha elegido la manifestación artística que mas se aviene a su temperamento.
Aquel arroyito cristalino que en sus comienzos fue Samuel Machuca, hoy es una vía acuática repleta de vida y de sensaciones, es el no de Heraclito en cuyas aguas solo es posible bañarse una sola vez, porque esas aguas están en un constante fluir. Y así también es el arte, un constante fluir, un renovarse o morir, porque el verdadero arte siempre será y deberá ser, irrepetible.
De lo anterior podemos colegir que el arte de Samuel Machuca, y el mismo en persona, comienzan a dar señales de un perenne afán de renovación. El ha reconocido como algo necesario que el artista, sino quiere morir en forma prematura, tiene, con cada paso que da, dejar en el animo de los expertos en materia artística, en los apreciadores de las mas excelsas manifestaciones plásticas, o simplemente entre los diletantes, que el es capaz de sorprenderlos a todos, y también, de sorprenderse a si mismo.
Los pronósticos auguran, para este indiscutible valor de las artes plásticas dominicanas, un futuro promisorio, lleno de triunfos y laureles, si es que no olvida que el talento no servirá de mucho sino se lo convierte en trabajo, porque a pesar de todo, y por encima de todo, el talento es el trabajo.
En su breve vida artística, Samuel Machuca ha conocido las mieles de esa crítica benevolente que, en dosis controladas, se ofrece siempre al artista que da sus primeros pasos dentro de exigente mundo del arte. Ha participado en varias muestras colectivas con compañeros generacionales, pero ahora, el momento es otro, porque ahora tiene que demostrar que el joven ha madurado y se ha convertido en un adulto en plenitud de responsabilidades. Pero también tiene que demostrar, que el artista en ciernes a quien todos pronosticamos un esplendente futuro, también ha madurado y que será capaz de ofrecernos, todos aquellos hermosos frutos que, desde hace tiempo, esperamos. Estamos seguros de que Samuel Machuca no nos defraudará.
¡Enhorabuena, Amigo!
El autor es escritor,
Premio Nacional
de Cuentos. ex director
de la Biblioteca República
Dominicana, ex sub-director
de la Biblioteca Nacional.
SAMUEL MACHUCA
Nació en San Cristóbal. Inicia su formación artística en el Liceo Musical Pablo Claudio en su ciudad natal en los años 1991-1993.
En 1992 Participa en el Tercer Concurso de pintura Infantil, La Ciudad Colonial Vista por los Niños, en el Centro de Arte de Nidia Serra, Recibiendo un Premio de los 7 premios otorgados a nivel Nacional.
Posteriormente estudia en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo desde 1993-1997, participando en sus exposiciones anuales. Como estudiante sobresaliente en la Escuela Nacional de Bellas Artes recibió seis premios en Dibujo, Pintura y Escultura.
En 1994 Funda con otros pintores el grupo Expresión 94, participando en dos de las tres exposiciones realizadas en los años 1995-1997.
Ha participado desde 1994-1998 en la exposición anual colectiva Patronales San Cristóbal.
Es seleccionada un conjunto de sus obras por el Instituto Politécnico Loyola de San Cristóbal para dar inicio a la Colección de dicha institución.
1999 Retratos primera exposición Individual, Galería CPuello, Santo Domingo.
2001 El Arte es Uno, Santo Domingo Country Club, Fundación Luces y Sombras, Santo Domingo.
PREMIOS Y DISTINCIONES
1992 Premio de Pintura Centro de Arte Nidia Serra
1994 Mención de Honor Dibujo Preparatoria (E.N.B.A.)
1995 Primer Premio de Dibujo del Antiguo I (E.N.B.A.),
Segundo Premio de Bodegón I (E.N.B.A.)
Segundo Premio de Bodegón II (E.N.B.A.)
Segundo Premio de Anatomía Artística (E.N.B.A.)
Segundo Premio de Paisaje (E.N.B.A.).
En 1995 Obtiene el Tercer Premio de Pintura en la Feria Científico-Cultural de la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Nominado PREMIOS A LA EXCELENCIA, Cámara de Comercio y Produccion de San Cristóbal
Nominado PREMIOS ARTE Y CULTURA FRADIQUE LIZARDO, Fundación Arte y Cultura de San Cristóbal
En 1998 Obtiene SEGUNDA MENCIÓN de Honor en el Concurso de Pintura de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).
En 1999 Obtiene TERCER PREMIO de Pintura en el Concurso de Pintura de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).