San Agustín, defensor de la Verdad

San Agustín, defensor de la Verdad

POR LEONOR ASILIS
Hoy se celebra la fiesta de Santa Mónica, madre del gran San Agustín. Gracias a sus oraciones, su hijo atribuye su conversión. De hecho, San Ambrosio luego de que Agustín hubiese andado por una larga vida de pecado y herejías, le bautizo en la Catedral de Milán cuando Agustín tenía 33 anos, y así, ya abrazado a la fe cristiana, hubo consolado a tan abnegada madre, a quien dio una profecía que aseguraba que tantas lágrimas no iban a ser derramadas en vano.

Y así fue! Dios obró el milagro y Agustín llegaría a la santidad, siendo un instrumento divino no solamente de su época y en Hipona (Africa)donde ejerció su ministerio de Obispo, sino en toda la Iglesia Universal y en tiempos posteriores aun el que estamos viviendo.

Y es que, san Agustín, cuya fiesta se celebrara mañana 28 de agosto, fue defensor de la verdad y pastor de las almas. Sus actividades doctrinales, cuya influencia estaba destinada a durar tanto como la Iglesia misma, fueron múltiples: predicaba con frecuencia, a veces cinco días consecutivos, y de sus sermones manaba tal espíritu de caridad que conquistó todos los corazones; escribió cartas que divulgaron sus soluciones a los problemas de la época por todo el mundo entonces conocido; dejó su espíritu grabado en diversos concilios africanos a los que asistió, por ejemplo, los de Cartago en 398, 401, 407, 419 y Mileve en 416 y 418; y por último, luchó infatigablemente contra todos los errores. Errores que lamentablemente hoy aun existen en tantas personas.

Por este motivo dedicamos el artículo de hoy a su memoria, además de añadir un agradecimiento y testimonio público de su mediación a través de sus escritos de mi conversión a Jesucristo como también la de otros muchos.

Para lograr la mayor objetividad posible, hemos optado por referirnos a lo que dicen de él, otros escritores. Para dar una valoración de su actividad hay que tener en cuenta que Agustín es al mismo tiempo filósofo, teólogo, místico, poeta, orador, polemista, escritor y pastor, cualidades que se complementan mutuamente y hacen de él un hombre con el que nadie o quizá muy pocos puedan compararse desde el comienzo del género humano.

Conoce los caminos del espíritu y sabe describirlos con profundidad y calor; un teólogo que ha determinado el mayor progreso en la inteligencia de los dogmas cristianos, pero con un sentido profundo de la tradición; un místico que es también pastor; un maestro que se siente discípulo, más aún, junto con los fieles, condiscípulo de Cristo, y con hambre por conocer la Santa Biblia, la cual una vez la conoció, la expuso con fidelidad y claridad a sus hermanos. Agustín es el hombre que la Iglesia cristiana católica ha considerado siempre como uno de sus mayores doctores.

Del site de Church Forum en el internet : “San Agustín ha sido uno de los santos más famosos de la Iglesia Católica. Después de Jesucristo y de San Pablo es difícil encontrar un líder espiritual que haya logrado ejercer mayor influencia entre los católicos que este enorme santo. Su inteligencia era sencillamente asombrosa, su facilidad de palabra ha sido celebrada por todos los países. De los 400 sermones que dejó escritos, han sacado y seguirán sacando material precioso para sus enseñanzas, los maestros de todos los tiempos. Cuando Agustín se convirtió al catolicismo escribió el libro Confesiones, que lo ha hecho famoso en todo el mundo, está considerado como un best-seller. Theodore Tack en el prólogo de su libro: “Si Agustín viviera” dice: “Han transcurrido dieciséis siglos desde la fecha de su nacimiento, 354 d.C., y aunque gozaba de amplia notoriedad en la Iglesia de su época, se le conoce aún mejor y se lee con mayor profundidad y despliegue en nuestros días. En la actualidad sigue siendo uno de los autores a nivel mundial sobre el que existe más bibliografía”.

La admiración de Su Santidad Juan Pablo II por Agustín se ha manifestado en muchos de sus escritos y homilías y en ocasión del XVI centenario de la conversión de San Agustín (1986) publicó una extensa carta apostólica en que expresa también lo que Agustín tiene que decirnos a los hombres de hoy.

Su Santidad Benedicto XVI en el año 1953 se doctoró en teología con la tesis: “Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia en San Agustín”. Para terminar quiero reflejar la gran humildad de este gran hombre de Dios citando las mismas palabras con que él dio fin a su grandiosa obra “La Ciudad de Dios”: “Pienso haber saldado, con la ayuda de Dios, la deuda contraída. Aquellos a quienes le parezca que me he quedado corto o que me he excedido, han de perdonarme. Y quienes crean que lo hecho es lo justo, no me lo agradezcan a mí, sino a Dios conmigo”. (XX,30,6).

Les instamos a que lean sus escritos, además de ser amenos por su genial forma de expresión, es incalculable el bien que le produce a las almas por ser inspiraciones divinas. A continuación, una muestra de los mismos (si quieren leer más, pueden escribirnos). Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos.”

“Conócete. Acéptate. Supérate.”

“Dios nos hizo para Él, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Él.”

“El hábito, si no se resiste, al poco tiempo se vuelve una necesidad.”  “En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad.” “En la caridad el pobre es rico, sin caridad todo rico es pobre.”

“Errar <http://es.wikiquote.org/wiki/Error> es humano; perseverar el error es diabólico.”

“Haz lo que puedas, Dios no te pide más.” “La medida del amor, es amar sin medida.”  “La fe consiste en creer lo que no vemos, y la recompensa es ver lo que creemos.” “No salgas fuera de ti, vuelve a ti, en el interior del hombre habita la verdad.”

leonor.asilis@verizon.net.do

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