El impacto de la explosión en el centro comercial de la provincia San Cristóbal, cerca de las 3:00 de la tarde del pasado 14 de agosto, no se conoció hasta que la prensa nacional (luego internacional) publicó la información unos 30 minutos después, con la que se detallaba la magnitud del siniestro que, luego de cuatro días, dejaría 28 personas fallecidas y 59 heridos.

Y fue desde ese fatídico lunes cuando se activó todo un movimiento de ayuda a favor de las víctimas directas e indirectas, así como para el personal de los diferentes organismos de socorro que todavía se mantienen trabajando en la zona cero.

Desde el primer día del evento, en las redes sociales se solicitaba la colaboración de los dominicanos a favor de los sancristobalenses siniestrados. De su parte, el presidente Luis Abinader, quien asistió al lugar del evento, aseguró que no escatimaría recursos para ayudar a las víctimas y a la recuperación de la zona comercial afectada, pero hasta el momento no se tiene claro cuál es la cantidad del aporte económico que se ha estado motorizando en el lugar de la tragedia. Al epicentro se han presentado, además, legisladores, autoridades del sector bancario, empresarios, cantantes, influencers, youtubers y otros.

La mayoría de lo que hasta el momento se ha dado desde diferentes fuentes es agua, jugo, energizantes; hielo, arroz, habichuela, pan, leche, galletas, comidas ya preparadas, entre otros alimentos para las familias de las víctimas, bomberos, policías, técnicos y otros. Además, se ha repartido dinero en efectivo y medicamentos. Todo esto, sumado a la promesa de los diputados, quienes aprobaron un aporte económico de 2 millones de pesos, 10 mil por cada honorable y 110 mil de parte de la Cámara de Diputados; 32 millones de pesos de parte del Banco Popular Dominicano y una flexibilidad económica del Banco de Reservas (Banreservas) para los que fueron afectados por el siniestro y tienen compromisos con esa entidad.

¿Quién controla toda la ayuda?

Aunque el ministro de la Presidencia, Joel Santos Echavarría, es la persona designada por Abinarer para la coordinación de la comisión de las ejecutorias que se implementan dentro del operativo a favor de los afectados y para restablecer ese foco económico sureño, al cumplirse las 48 horas del estallido, explica la gobernadora de San Cristóbal, Pura Casilla, la Gobernación de esa provincia no había canalizado de manera oficial las ayudas, porque toda la atención estaba dirigida hacia las víctimas que, en ese momento, muchas estaban bajo los escombros.

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Sin embargo, Casilla indicó que desde el pasado jueves han estado recibiendo las ayudas, y «a medida que vayan llegando» serán distribuidas. Eso explica una de las razones por las que, pese a gran cantidad de cajas y suministro que estaban en dicho organismo estatal, la mañana de este viernes no había más que unas pocas docenas con guantes, mascarillas y otros utensilios médicos.

«Tenemos una reunión para seleccionar a una persona que acompañe a cada una de las familias, una persona por familia, para poderle dar seguimiento y que también las ayudas lleguen. Las ayudas económicas que vamos a dar las haremos por una cuenta del banco por el tema de la transparencia. También, las ayudas económicas está siendo depositada en una cuenta del Plan Estratégico; un acuerdo con la Gobernación provincial, la Cámara de Comercio y el Colegio Loyola. Porque nosotros, en la Gobernación, le vamos a dar acompañamiento, pero queremos dedicarnos al acompañamiento de las familias», detalló la gobernadora.

La funcionaria reveló que el Plan Estratégico incluye un bono de 130 mil pesos para las familias que tienen personas fallecidas, «con un levantamiento y toda la transparencia posible». Además, serán beneficiados los empleados de los negocios que fueron afectados.

Además, la Gobernación inició este viernes la restauración de las verjas y ventanas de cristales a residencias y locales comerciales que se rompieron por el impacto de las ondas expansivas de la explosión.

Respecto a los vehículos afectados, Casilla indicó que el Gobierno inició un levantamiento junto a las aseguradoras «para ver si se emite también un bono» a sus respectivos dueños.

¿Cuál es la situación hoy?

Este viernes, aunque no con el mismo flujo que hace varios días, las ayudas continuaban llegando desde distintas organizaciones y personalidades. Mientras, el drama que sufren las familias de los fallecidos y heridos persiste en medio de un dolor colectivo, cuando todavía el fuerte olor a humo no a dejado la zona cero.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) dio a conocer esta mañana que, hasta ahora, de los 59 heridos reportados desde el inicio de la emergencia sólo quedan en clínicas y hospitales cuatro personas en salas, tres en cuidados intensivos y cinco en Quemados. Además, se atendieron en hospitales 154 personas por diferentes causas y dado de alta 142, de acuerdo al boletín número 6.

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El COE detalló que se han realizado 689 intervenciones casa por casa en búsqueda activa de afecciones respiratorias, e inmunización, así como de 267 intervenciones psicosocial.

De su lado, el Ministerio de Salud Pública creó espacios para actividades infantiles debido a que esta población es una de las más vulnerables y se hace necesario evitarles traumas, como parte de las acciones de dicha entidad para llevar algo de tranquilidad y sosiego a las familias de la explosión.

Estas actividades incluyen juegos, pintura, cuentos infantiles e interacción con psicólogos. Como forma de distraerlos y evitarles estar expuestos a noticias y otras situaciones que envuelven el momento de la tragedia, principalmente a aquellos que perdieron familiares.

“Algunas de las recomendaciones es hablar con los niños y escuchar cómo se han sentido con lo ocurrido, validar sus emociones, utilizar dibujos para explicar lo sucedido, jugar con ellos y darles acompañamiento para que se sientan en lugar seguro y protegido” dijo la doctora Elizabeth Ruiz.